(Foto: @pjgarciahidalgo).
Redacción/ EFE | Viernes 08 de marzo de 2019
El Ayuntamiento de Cuenca ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) colaboración para sanear la ribera del río a su paso por la capital tras el vendaval que ha dejado más de una decena de árboles caídos y otros tantos dañados con riesgo de desprenderse.
Así lo ha indicado el concejal de Servicios a la Ciudad, Pedro José García Hidalgo, quien ha señalado que la tormenta de granizo y viento afectó en la tarde de ayer, miércoles, sobre todo, a una decena de árboles de las inmediaciones de la zona conocida como 'Recreo Peral'.
Además de los caídos "de grandes dimensiones y arrancados de cuajo", otros tantos están "a punto de provocar un efecto dominó" por la fuerza del viento, que según el concejal se "multiplicó" por algún motivo en la hoz del río Júcar, dado que la racha máxima fue de 55 kilómetros por hora, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
También hay árboles afectados en la subida a la ermita de la Virgen de las Angustias, por lo que una dotación formada por seis bomberos del parque municipal sigue trabajando este jueves para garantizar la seguridad de la zona, aunque no ha habido que lamentar daños personales.
Sin embargo, el vendaval sí causó daños en el restaurante 'Recreo Peral', que tuvo que cerrar durante la tarde y noche de este miércoles por indicación de los bomberos, que este jueves han seguido con los trabajos de retirada del árbol de grandes dimensiones que cayó sobre la cubierta para que puedan reabrir.
"La cubierta soportó bien el peso. No ha habido daños personales", ha dicho a Efe el gerente del establecimiento, Nacho Villanueva, quien reconoce que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, había comido minutos antes en el restaurante, como lo hizo el periodista Carlos Herrera la noche anterior.
La caída de árboles afectó no sólo a la cubierta, si no a dos vehículos de clientes del restaurante, que estaban aparcados justo en la puerta.
Aunque es pronto para hacer valoraciones según indica Villanueva, los daños ocasionados podrían oscilar entre los 6.000 y los 8.000 euros.
No es la primera vez que sufren un suceso de estas características, dado que en los últimos años han caído dos veces más sobre su cubierta, al tiempo que ha confiado en que el Consistorio ejecute un plan para retirar los que se encuentren en mal estado en la zona, desde el puente de los Descalzados hasta el de la Trinidad, en el barrio de San Antón.
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