Región

Un total de 70 crías de lince ibérico han nacido en estado salvaje en Castilla-La Mancha gracias a la reintroducción de la especie en la región

Redacción | Miércoles 02 de enero de 2019

El lince ibérico cuenta con más de 600 ejemplares en España, pasando de ser una especie catalogada en la categoría de conservación de ‘en peligro crítico’ a ‘en peligro’, gracias al programa ‘Life+Iberlince’ que finaliza este año y donde Castilla-La Mancha ha participado activamente para contribuir a la conservación de esta especie en la Península Ibérica.

Y las cifras así lo reflejan. En Castilla-La Mancha se han reintroducido en el medio natural, tanto en los Montes de Toledo como en Sierra Morena Oriental (Ciudad Real), un total de 70 ejemplares de lince ibérico, y han nacido en estado salvaje 70 crías desde la primera camada de 2016, algo que, en palabras del consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, “parecía impensable y que hoy es una realidad gracias al esfuerzo realizado entre todos”.

El proyecto europeo ‘Life+Iberlince’ en el que se han implicado las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia, en España, ha posibilitado, desde el año 2011 y hasta este año, el establecimiento de cuatro poblaciones nuevas de la especie con al menos cinco hembras reproductoras en cada una de ellas.

En Castilla-La Mancha, desde la empresa Fomento y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, (Fomecam) se han instalado carteles informativos en las áreas de actuación del proyecto ‘Iberlince’, un total de tres en la provincia en Toledo, Mazarambroz, Las Ventas con peña Aguilera y San Pablo de los Montes; y dos en la de Ciudad Real, concretamente en los términos municipales de Viso del Marqués y Almuradiel.

Para el próximo programa, se trabajará para consolidar las poblaciones existentes, hasta alcanzar al menos las 20 hembras territoriales y conectar los núcleos de lince ibérico que existen en la Península, a través de los denominados ‘corredores naturales de la especie’.

En el caso de Castilla-La Mancha, Martínez Arroyo ha explicado que las conexiones prioritarias para la especie en la región pasarían por conseguir el intercambio de ejemplares entre Montes de Toledo y Sierra Morena, las dos áreas de reintroducción existentes y donde se asienta el lince ibérico, con las otras poblaciones del proyecto, principalmente en Extremadura y Andalucía.

De esta forma, los corredores entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, a través de la ZEC de Picón en Ciudad Real y el Parque Nacional de Cabañeros; Montes de Toledo y Matachel (Extremadura), pasando por la comarca toledana de la Jara y Las Villuercas, ésta última en Extremadura, o la conexión natural entre Sierra Morena con Andújar a través del área de Guarrizas (Jaén).

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