Cerca de 3.000 personas han visitado la obra de Bill Viola en Cuenca durante el puente de Todos los Santos, con lo que la exposición ‘Vía Mística’ acumula ya cerca de 7.000 visitas desde su inauguración el pasado 18 de octubre.
De esta cifra, casi el cinco por ciento son visitantes procedentes de otros países entre los que destacan Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia. Entre los visitantes de otras comunidades autónomas, destacan los procedentes de Madrid, Andalucía y Valencia.
La muestra, que permanecerá en cuatro sedes distintas del casco antiguo de la capital conquense -además de incluir el renovado Museo de la Semana Santa de Cuenca- hasta el próximo 24 de febrero, es una iniciativa cultural de alcance internacional promovida por el Gobierno de Castilla-La Mancha y organizada por Eulen Art.
En su recorrido, el prestigioso artista norteamericano Bill Viola sorprende por la fuerza expresiva de sus contenidos más transcendentes y místicos, y toda su carga simbólica, que trae al siglo XXI gracias al uso de un soporte tan actual como el vídeo, al tiempo que fascina con su reinterpretación de un lenguaje artístico clásico, apegado a la plasticidad y la fuerza expresiva de la figura humana.
Y es que la habilidad de Bill Viola para representar una experiencia espiritual trascendente a través de imágenes de vídeo no tiene igual en ningún otro artista contemporáneo. Durante más de 40 años ha sido la figura clave para establecer este medio como una forma de arte contemporáneo de peso, y ha ampliado su alcance en términos de contenido, estilo, tecnología y referencia histórica.
Así, ‘Vía Mística’ propone una exaltación del misticismo de la ciudad de Cuenca que une tradición y modernidad.
Todo ello gracias a una cuidada selección de 16 obras de Viola, todas de contenido marcadamente espiritual, instaladas en las antiguas iglesias de San Miguel y San Andrés, la Escuela de Arte ‘José María Cruz Novillo’ y el Museo de Arte Abstracto Español y configurando un peregrinaje de los visitantes por la obra del artista, al tiempo que se favorece el conocimiento de la parte alta de la ciudad.