Esther Martínez recuerda a la Junta que el Ayuntamiento suple su abandono total de los colegios con el Taller de Empleo de Mantenimiento

La concejal de Educación, Esther Martínez ha pedido a Óscar Martínez que antes de perder el tiempo despistando a la comunidad educativa de la ciudad de Cuenca, lo dedique a trabajar y a pedirle a sus jefes socialistas de la Junta de Comunidades que arreglen los colegios que tienen abandonados desde hace décadas, destinando inversiones a la rehabilitación, acondicionamiento y mejora de los centros.

Este señor o está muy confundido o no se quiere enterar de que las competencias en materia educativa son de la Junta que preside Page y que tiene olvidados los centros educativos en Cuenca, entre otras muchas cosas.

Para que se dé por enterado si todavía no se ha tomado la molestia de informarse, el Ayuntamiento decide a qué destina los talleres de empleo y éste de Mantenimiento de Edificios Públicos está dedicado a reparaciones en los colegios, incluido el San Fernando, porque lo que no se puede consentir es tener los centros como los tiene la Junta de Comunidades.

Si usted y sus compañeros socialista hubieran arreglado lo que es su obligación, el Ayuntamiento bien podría haber dedicado ese taller a otros edificios, pero ha priorizado lo que considera esencial, que los niños puedan asistir a clase en las mejores condiciones posibles, ya que todo indica que ustedes no van a hacer absolutamente nada.

Están más preocupados en vender mediáticamente sus tablets sin tener en cuenta la opinión de padres y profesores, como últimamente se ha evidenciado o en tener a los alumnos del IES Pedro Mercedes sin gimnasio, a pesar de que el delegado provincial, el señor Godoy lo prometió en el año 2015; ha comenzado el nuevo curso y todavía no está terminado y ya se verá el resultado, porque todo apunta a que las carencias son enormes.

No es el único caso de desatención de la Educación, proliferan sus chapuzas no sólo en la capital, también en la provincia, y lo peor es que se perpetúan en el tiempo como es el caso del gimnasio del Colegio de La Paz, ni siquiera presupuestado o el del Federico Muelas, presupuestado y no ejecutado.