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ASAJA Cuenca alerta del estado en el que han quedado los caminos en Villalba del Rey y solicita la actuación urgente de las Administraciones

Miércoles 12 de septiembre de 2018
La fuerte tromba de agua, que descargó entre 55 y 90 litros en la tarde del pasado viernes en el término municipal de Villalba del Rey, ha dejado importantes daños en cultivos como girasol, olivar, almendro y tierras de labor, e infraestructuras como caminos, regueras, cauces y cunetas. Técnicos de ASAJA Cuenca se han desplazado hasta la zona para hacer una evaluación de los daños.

La principal preocupación de los agricultores se centra en la situación de unos 80 kilómetros de caminos de tierra y grava que han quedado intransitables. Se acerca la época de recoger el girasol y los agricultores temen las dificultades que puedan tener las cosechadoras para acceder a las parcelas. De igual forma en pocas semanas habrá que preparar la tierra para la siembra y el mal estado de los caminos -que puede agravarse con la llegada de las lluvias de otoño- complica la situación.

Por este motivo desde la organización agraria ASAJA Cuenca se insta a las Administraciones responsables a que pongan en marcha un plan urgente de arreglo de caminos que permita la circulación de la maquinaria agrícola por los mismos.

Además también solicita a la limpieza de regueras entre parcelas, cauces y cunetas que han quedado anegadas tras el arrastre de tierras provocado por la tromba de agua.

El secretario general de ASAJA Cuenca, Manuel Torrero, ha señalado que “es importante que las Administraciones implicadas se pongan a trabajar porque nos acercamos a una época propicia para lluvias y hay que evitar que la situación empeore”.

En cuanto a los cultivos, se ha visto afectado una parte importante de girasol que en esta localidad cuenta con más de 1.500 hectáreas sembradas. En las parcelas por donde pasó la tormenta, las ramblas han causado daños irreparables.

El agua arrastró además la tierra provocando pérdida de suelo fértil en muchas parcelas y movió gran cantidad de piedras que han quedado en tierras de labor y que los agricultores tendrán que retirar.

El olivar también se ha visto afectado por el pedrisco que dejó gran cantidad de aceituna en el suelo y también numeroso fruto dañado en el árbol que terminará perdiéndose.

Los daños en el municipio también afectaron a los agricultores con almacenes donde se guardaba la cosecha inundados y verjas y vallados rotos.

Por lo que respecta a la reclamación de los seguros agrarios, los agricultores señalan que en muchos casos no podrán obtener compensación alguna ya que, tal y como estipula la normativa, debe haber un mínimo de un 20% de daños en la parcela para que sean indemnizables “hay muchas parcelas por las que ha pasado una rambla y ha dejado el girasol totalmente arrasado en una zona concreta, pero si no se llega a ese porcentaje mínimo no se puede reclamar al seguro. Se da la circunstancia además de que se han visto dañadas las mejores parcelas”, comenta uno de los agricultores, Gerardo González.

Nuestra organización agraria ha remitido cartas a la Subdelegación del Gobierno, la Dirección Provincial de Agricultura en Cuenca, la Diputación Provincial de Cuenca, la Confederación Hidrográfica del Tajo y el Ayuntamiento de Villalba de Rey, trasladando su preocupación por la situación e instándoles a que se coordinen para actuar lo antes posible en la parte que les compete.

ASAJA Cuenca confía en la rápida actuación de las Administraciones para que este pueblo agrícola, con más de 7.000 hectáreas de labor en su término, vuelva a la normalidad tras sufrir la peor tormenta de los últimos 40 años.

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