Miércoles 04 de julio de 2018
“Tenía muchas ganas de venir aquí, en la tierra de la que proviene mi madre y de tocar con este precioso paisaje de fondo”. Estas fueron las palabras de Andrea Motis antes de enfundarse en los sonidos del jazz y el swing con los que contagió a las más de 260 personas que disfrutaron del repertorio de “Andrea Motis Trío”. El grupo que encabeza la cantante catalana acompañada del contrabajo y saxo de Joan Chamorro y la guitarra de Josep Traver.
Antes de su repertorio y como viene siendo habitual en Estival Cuenca, el grupo conquense The Teacher´s Band caldeó el ambiente con temas de elaboración propia y alguna que otra versión. Una puesta en escena con la que la banda conquense celebró sus veinte años de carrera y su sexta aparición en el ciclo artístico y musical de las siete ediciones que ha celebrado. José Mencías (saxo), José Ángel de Lerma (teclado), José Luis Bermejo (guitarra), Periko Shaman (bajo) y Pedro Miguel Valero (batería) dejaron el sello del jazz conquense finalizando su repertorio con dos temas interpretados con dulzainas.
Tras los conquenses llegó el turno de Andrea Motis Trío y de una actuación inolvidable. Temas de los años 20 y 30, interpretaciones traídas desde Brasil y canciones entre las que adelantó una pieza del disco que ya se encuentra preparando y que publicará el próximo año. Un directo engrandecido por la voz de Andrea Motis y que mezclaba con brillantes interpretaciones de trompeta. La imagen de ritmo constante en el escenario de un Joan Chamorro que vibraba con la misma intensidad que las cuerdas de su gigantesco contrabajo. La cara de sentir cada nota y acorde que interpretaba con su guitarra de Josep Traver. Todo este conjunto provocaba en el espectador una sensación de dejarse llevar por la esencia única de un emplazamiento como el Parador de Cuenca aderezado por una de las futuras estrellas del jazz en toda regla.
Motis finalizó su actuación rindiendo culto a toda una figura del género como la cantante Amy Whinehouse interpretando la canción “Valerie”. Una oda al género musical que compartió con los asistentes en una noche para enmarcar en la historia de Estival Cuenca.
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