Por ejemplo, un seguro como Adeslas Plena Vital es una gran opción para que consigas el servicio que necesitas para cuidar tu salud y la de los tuyos. Sin embargo, antes de decidirte a contratar un seguro, debes valorar y tener en cuenta diferentes aspectos, entre los que destacan el tipo de cobertura, póliza y si te interesa o no optar por la modalidad de copagos.
El copago es un pequeño precio aparte que se debe pagar en ciertas pólizas cuando se hace uso de un servicio médico, y que se suma a la prima total de la póliza. De este modo, una vez satisfecha la prima anual, mensual o trimestral, determinadas coberturas o intervenciones tienen tarifas aparte, que se deben abonar sólo cuando se accede a ellos.
La función del copago es que tengas presente el uso que le estás dando a tu seguro. Al tener que pagar un precio cada vez que acudes al médico, puedes ser más responsable y acudir solo cuando es realmente necesario.
En cualquier caso, el importe del copago es mucho menor al que tendría el servicio médico sin el seguro, y te ayuda a ahorrar, ya que te permite disfrutar de una prima general mucho más reducida y pagar sólo por los servicios que efectivamente vas a utilizar.
En primer lugar, hay que aclarar que el seguro con copagos no es de menor calidad que otra modalidad, tampoco significa una reducción en la cobertura. La única diferencia que se puede establecer entre estas dos modalidades es que en la póliza normal solo tendrás que cancelar la prima anual.
¿Cuál es entonces el beneficio de tener que pagar copagos? Como ya hemos dicho, estas pólizas tienen una prima anual mucho menor que la de una póliza normal, además de que el importe que pagas cada vez que usas un servicio médico es solo una pequeña parte del precio real de este.
Si eres una persona que no acude mucho al médico, pero quieres mantenerte asegurado, el seguro con copagos es ideal para ti, pues el gasto total será mucho menor en comparación con la contratación de una póliza normal.
Si tienes que acudir al médico de forma frecuente, el uso de esta modalidad no es la ideal para ti. Además, debes tener en cuenta que la salud es impredecible, por lo que puede ocurrir que al momento de la contratación ésta te pareciese la mejor opción, pero tus circunstancias cambien a lo largo del año: habla con tu aseguradora o agente de seguros para buscar la solución más adecuada a tu caso.