Viernes 08 de junio de 2018
La diabetes es una enfermedad silenciosa, sin síntomas en una gran mayoría de los casos, que afecta a casi el 10% de la población mundial y cuya incidencia está en aumento, de ahí la importancia de poder realizar un diagnóstico temprano. Investigadores de las universidades de Castilla-La Mancha y de Cádiz, junto con médicos del hospital de Jerez y de Campo de Gibraltar, han propuesto el uso de un biomarcador, la hemoglobina lábil, complementario a otro ya existente, la hemoglobina glicosilada, para mejorar la estimación de los niveles medios de glucosa en sangre a través de un nuevo modelo biomatemático. Esta herramienta podría ser utilizada en la fase previa de diagnóstico temprano de la diabetes.
El grupo del Laboratorio de Oncología Matemática (MôLAB) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), integrado por Víctor Manuel Pérez-García, Odelaisy León-Triana, Gabriel Fernández Calvo y Juan Belmonte Beitia, junto con la investigadora de la Universidad de Cádiz María Rosa Durán, ha llevado a cabo un estudio en el que desarrolla un modelo biomatemático que permite estimar los niveles de glucosa en sangre y rastrear la aparición y evolución de la diabetes en pacientes. Esta herramienta puede ser de gran utilidad, ya que es capaz de identificar si un paciente aparentemente sano puede estar sufriendo síntomas que le lleven a desarrollar diabetes”.
El modelo biomatemático descrito por los investigadores de la UCLM ha sido publicado en la revista británica Journal of the Royal Society (https://doi.org/10.1098/rsif.2018.0224) y es fruto de la colaboración mantenida con los doctores José Escribano Serrano y Alfredo Michán Doña de la UGC de Campo de Gibraltar y del hospital de Jerez (Cádiz), respectivamente.
Los investigadores plantean el uso de un biomarcador, la hemoglobina lábil, que complementa a otro que ya se emplea en la clínica, la hemoglobina glicosilada, para mejorar la estimación de la concentración media de glucosa en sangre. Con esta nueva propuesta se logra poder identificar variaciones de la glucosa en sangre que escapaban a los métodos existentes.
El investigador de la UCLM Gabriel Fernández Calvo explica que mientras que la hemoglobina glicosilada ofrece información de los valores medios de glucosa en sangre de los últimos 3-4 meses, la hemoglobina lábil permite identificar episodios de hipo- e hiperglucemia en periodos mucho más cortos, por lo que “no es necesario esperar a que el paciente sufra muchos de tales episodios que puedan perjudicar su salud, pues podríamos identificar con mayor antelación posibles alteraciones conducentes a una diabetes”.
Para el desarrollo de su modelo biomatemático, los investigadores han analizado una base de datos clínicos de más de 11.000 pacientes para caracterizar la cinética de la hemoglobina glicosilada, lábil y de la glucosa e identificar la ventana temporal en la que el nuevo biomarcador es más eficaz para estimar los niveles medios de glucosa.
Los autores de este trabajo tienen previsto iniciar estudios clínicos para validar el biomarcador de la hemoglobina lábil y diseñar distintos protocolos con el objetivo de mejorar el diagnóstico de pacientes que podrían llegar a desarrollar diabetes, no solo la de tipo 2, que es la más común, sino también la gestacional. Con el modelo biomatemático descrito, indica Fernández Calvo, “queremos ofrecer una herramienta que se adapta a cada paciente, que no supone ningún incremento en el coste sanitario y que puede ser utilizada de forma rutinaria en la clínica tanto para cribado como para el diagnóstico temprano en un mayor número de pacientes”.
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