Cuenca

El Servicio de Alergia utiliza su acrónimo para explicar las condiciones necesarias para detectar una reacción alérgica a medicamentos

Jueves 24 de mayo de 2018

Explicar cuándo una reacción exantemática o cutánea puede ser una reacción alérgica ha sido el objetivo de la Sesión Clínica General que ha presentado la doctora Belén de la Parte, facultativo del Servicio de Alergología, en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca.

Para su intervención la especialista ha utilizado el acrónimo de “A-L-E-R-G-I-A” para explicar qué condiciones deben cumplirse generalmente para que se trate de una reacción alérgica en la mayoría de los casos.

En primer lugar, debe comprobarse que sean síntomas con “A”pariencia de “A”lergia, bien urticaria, angioedema, prurito cutáneo o prurito palmo-plantar, asma o anafilaxia.

Asimismo, estudiar el tiempo de “L”atencia, que suele ser menor de dos horas, es decir, que desde que se ha administrado un medicamento hasta que se produce la reacción no hayan transcurrido más de dos horas.

La “E” de una “E”xposición previa al fármaco, es decir, que se haya tenido un primer contacto con el fármaco en el que el paciente se hizo alérgico sin presentar ningún síntoma.

La “R” de “R”e-exposición,, porque se cumple cada vez que se administra el mismo fármaco u otros de estructura química similar, es decir, “R”eaparecen los síntomas de alergia, iguales o más graves cada vez.

Y las tres últimas letras de la palabra alergia nos informan sobre el tratamiento más adecuado; “I”nterrumpiremos el tratamiento previo y veremos que van cediendo los síntomas; la “A”, daremos “A”nti-histamínicos y la “G”, administraremos “G”lucocorticoides” y si hace falta “A”drenalina, que siempre será intramuscular.

“Se trata de una exposición sencilla y simplificada, que en ocasiones puede que nos sirva, teniendo en cuenta que puede presentar excepciones. Son datos orientativos, aunque una exposición previa al fármaco siempre es imprescindible”, ha comentado la alergóloga del “Virgen de la Luz”.

Asimismo, ha explicado a los profesionales sanitarios, tanto del Hospital como de los Centros de Salud de la Gerencia de Cuenca, los modos de proceder cuando un paciente está tomando antibióticos y antitérmicos y presenta un exantema cutáneo.

“En ese momento no sabemos si ese exantema es por alergia al fármaco o por el propio cuadro infeccioso y debemos tomar una decisión: si continuamos con el tratamiento porque pensamos que se trata de un cuadro infeccioso o si retiramos los fármacos porque se piensa que es un cuadro alérgico”.

En este sentido la doctora ha indicado que lo que ayuda a decidir es el tipo de clínica que presenta el paciente y si se cumplen los criterios anteriores.

“Si la reacción es leve y no cumple los criterios anteriores, se podrá mantener el tratamiento y explicar al paciente que seguramente se trate de un exantema infeccioso, aunque puede ser un cuadro alérgico y debe estar vigilado y tener preparado un antihistamínico por si su proceso se agrava y en tal caso debe acudir a Urgencias”, ha indicado.

Por el contrario, si se considera que la clínica es grave o en la historia del paciente se comprueba que es muy sugerente en cuanto cumplir criterios de una alergia a fármacos, la decisión entonces pasa por ver si retiran los antitérmicos o los betalactámicos.

Tiempo de latencia

“En este punto debemos fijarnos sobre todo en el tiempo de latencia porque probablemente el fármaco implicado sea el que le hemos dado más próximo a la reacción”, ha añadido.

Sin embargo, la especialista ha hecho hincapié en que cuando se decide retirar unos determinados fármacos, es fundamental prohibir todo el grupo de fármacos de ese tipo porque puede haber reactividad cruzada entre ellos y a los pacientes a los que se les suspendieron dichos fármacos por sospecha de alergia se les debe derivar al especialista en Alergología.

“Todos los pacientes con sospechas a una reacción alérgica a fármacos deben ir a la Consulta de Alergia para realizarles un estudio y un informe en el que quede bien claro si el paciente es alérgico o no y qué medicamentos puede tomar y qué medicamentos no. Ese informe siempre deben llevarlo fotocopiado, reducido y acompañando a su DNI para que cuando se produzca una situación aguda o urgente, cualquier médico pueda acceder a su informe de alergia”, ha señalado la doctora.

Por último ha recordado la importancia de que tanto el médico de Familia como el pediatra de Atención Primaria, si tienen sospechas de una reacción alérgica, prohíban el medicamento y todo su grupo farmacológico y, acto seguido, derivar al paciente a la Consulta de Alergia para que sea estudiado ya fuera del contexto infeccioso, sobre todo de cara futuros procesos patológicos que pudieran producirse.

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