Esta ciudad bulle de iniciativas culturales suscitadas por esforzados promotores culturales independientes. Muchas con un dilatado currículum, como BITA y Titiricuenca, otras afianzándose, como el reciente certamen de novela negra las Casas Ahorcadas o el próximo festival de teatro en la calle Konka Street (15-17 junio); y nuevas brotando como promesas primaverales llenas de aromas y poderío, como la I Muestra de MetaTeatro Patafísica Social que dirige Arturo Mombiedro y tendrá su presentación el 12 de mayo en la Iglesia de San Miguel, el festival Asaltos (gala el 26 de mayo), el Cuenca Swing Festival (del 25 al 27 de mayo) o MAQ, MirandoaQNK, una agenda cultural para Cuenca y alrededores o la inminente inauguración del FABLAB Cuenca el laboratorio que favorece la creatividad proporcionando a los individuos herramientas de fabricación digital.
Es realmente asombroso que existan iniciativas tan fascinantes que consiguen que la ciudad se zambulla en paisajes culturales novedosos que rompen con la rutina y abren puertas a la ilusión y a dulces sueños de futuro. Estas apuestas generalmente no cuentan con el apoyo necesario en los presupuestos institucionales y aun así, contra viento y marea, superando innúmeras dificultades y, en ocasiones no pocas zancadillas, logran su objetivo de atraer cultura y conocimiento a nuestra ciudad.
La prensa se ha hecho eco recientemente de la iniciativa de cortometraje La Fuga, que quiere unir a su propósito cinematográfico la aventura transmedia de implicar a los conquenses creativos en su desarrollo a través de tres actividades:
La iniciativa “Ni un respiro al cementerio nuclear”, que anima a fotografiarse con una mascarilla, ya sea real o improvisada, y enviarlo al correo lafugaradiactiva@gmail.com o subirlo a redes con la etiqueta #LaFugaRadiactiva.
El concurso “Adiós Cuenca” , que pretende recoger en la red social Instagram todos aquellos objetos, lugares y personas que los conquenses no podrían dejar atrás en una hipotética evacuación de Cuenca y sus pueblos.
Y la colección de vídeos para “activar la Energía Social” con el lema “Desactiva la amenaza nuclear, ¡Activa la Energía Social!”, que buscan recoger en todo el país el apoyo de aquellas personas conscientes de la necesidad de un cambio en el paradigma energético.
Para sostener la acción cultural más ambiciosa, el rodaje del corto, La Fuga ha apostado por el micromecenazgo a través de la plataforma Goteo.org. Las recompensas mantienen este espíritu de colaboración e incluyen desde participación en los créditos y un visionado previo exclusivo hasta visitas al rodaje o invitaciones al estreno. Existe incluso la posibilidad de figurar con nombre y logo como co-productores, para aquellas empresas y donantes con mayor capacidad económica.
Debido a que la financiación no está alcanzando el porcentaje esperado, los impulsores del proyecto están pidiendo un esfuerzo a todos para que apuesten por el cine comprometido y, como ellos dicen, la Energía Social. Si antes del día 2 de mayo no han conseguido el suficiente apoyo económico, y no lo tienen fácil, insisten en que tendrán que rodar con móviles y linternas, pero que no cejarán en su empeño de informar a Cuenca, Castilla-La Mancha y España de lo que no se sabe sobre el ATC, el cementerio nuclear que se pretende instalar en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca) para alargar la vida útil de las achacosas y deficitarias centrales nucleares.