Martes 10 de abril de 2018
El pasado sábado tuvo lugar en las instalaciones de la Ermita del Valle, del municipio manchego de Mota del Cuervo, el primer encuentro-reunión de los miembros de la familia “Bobillo”, que reunió a casi cuarenta personas de tres generaciones. Una jornada lúdica-festiva y de confraternización familiar que tiene la intención de mantenerse en el tiempo y repetirse en años venideros.
Un apellido: Bobillo que proviene de la provincia de Zamora, aunque es muy habitual de otras provincias como Orense o Salamanca. Y concretamente de un pequeño municipio, Valparaiso, de la comarca de La Carballeda, perteneciente a Monbuey y próxima a la frontera noreste portuguesa, donde nació Manuel Bobillo González, de profesión “liencero” y que como buena parte de los habitantes de estas comarcas castellanoleonesas , era uno de los antiguos oficios ambulantes pues era una persona que, cargado de rollos o lienzos de telas, las vendían por las casas donde mayoritariamente las mujeres eran las que cosían la ropa de trabajo, de diario o sábanas.
Como se ha podido comprobar por la documentación que existe en el archivo municipal, que confirman las fuentes orales, Manuel Bobillo llegó a Mota del Cuervo a finales de los años veinte del pasado siglo XX y se casó con Maria de Vega Rodríguez, que a su vez era hija de Victoriano de Vega Ferreo, comerciante, que era oriundo de otro municipio zamorano, Otero de Centenos, y que llegó a Mota en 1903 y se casó con una joven moteña Mercedes Rodríguez Pedroche con la que tuvo siete hijos.
Manuel Bobillo y Maria de Vega, tras un breve periodo de vivir, intuimos que de alquiler pues compartían inmueble con otras familias, en el nº1 de la Plaza de la Aldea, se instalaron en la céntrica calle del Cercado, nº 14 y tuvieron cinco hijos, Domingo (1931), Victoriano (1933), Carmen (1935), Manuel (1938) y Mercedes, que nació en 1942.
La familia, posteriormente se mudó a la calle San Francisco que es donde instalaron un pequeño comercio de tejidos, tradición y profesión del cabeza de familia que continuaron los hijos varones hasta bien entrado los años ochenta.
En el encuentro participaron los tres hijos que todavía viven (Domingo, Carmen y Manuel), yernos, nueras de Manuel y María, y los trece nietos y nietas, sus respectivas parejas y casi todos los biznietos y biznietas. No pudieron asistir familiares directos que residen en Cebolla (Toledo).
Una familia, como cualquier otra, que proviene y es fruto de la emigración económica de personas, originarios de una zona deprimida y con escaso desarrollo poblacional y comercial, como era la de Valparaiso, y que recalan en un municipio en plena Mancha, donde tenían ya una referencia de presencia de paisanos (al menos se detectan en los padrones de población otras tres o cuatro personas originarios de la misma localidad zamorana) y donde forjan una saga familiar y asientan su actividad económica para sacar adelante a todos sus miembros.
Una familia, que algunos hijos, que residieron posteriormente en otros pueblos próximos a Mota como Los Hinojosos o Santa María de los Llanos, que por supuesto no pierde la referencia y su origen, humilde y trabajador, de un pequeño pueblo zamorano, y que con este tipo de reuniones quiere conseguir una mayor cohesión y unión, a pesar de la distancia y mucho tiempo que transcurre para verse y juntarse a compartir estos gratos momentos de amistad y familia.
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