Redacción/ EFE | Martes 27 de marzo de 2018
La cárnica Incarlopsa, ubicada en Tarancón, ha asegurado que cumple con todas las exigencias y criterios tanto europeos como nacionales para certificar el bienestar animal tanto en el transporte como en la instalación, y que para ello invierte en mejoras y renovación de sus instalaciones.
En un comunicado colgado en su página web, la cárnica ha subrayado que tiene el protocolo europeo Welfare Quality en bienestar animal, y que en cuanto a la normativa nacional, está sometida a "auditorías e inspecciones constantes".
Ha añadido que el bienestar animal ha sido "siempre una prioridad" para la empresa, que realiza "esfuerzos en mejorar y adaptar sus procesos" para garantizarlo, y recuerda que esto se puede comprobar en las instalaciones que comenzaron a funcionar en marzo de 2017 "y en las que se invirtieron 40 millones de euros".
Ha recalcado que todos los procesos de la cadena de producción están sometidos "a los más estrictos controles, tanto propios como los fijados en la legislación vigente, así como a los realizados por organismos e instituciones independientes" a los que se acoge de modo voluntario.
La compañía taranconera ha recordado que es "líder en la producción y elaboración de productos cárnicos porcinos", y que su compromiso es garantizar la "máxima calidad y seguridad alimentaria en la amplia gama de productos que comercializa".
La empresa ha hecho público este comunicado después de que una sentencia haya condenado a la Junta de Comunidades a reponer en su puesto a un veterinario de la Consejería de Sanidad, que fue expedientado y apartado del mismo tras denunciar que en el matadero de Incarlopsa de Tarancón (Cuenca) se habían detectado problemas de bienestar animal.
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