Domingo 18 de marzo de 2018
El urbanismo en nuestra Comunidad autónoma, como en el resto del país, no funciona. Es un modelo agotado.
El urbanismo, dejémoslo claro desde el principio para quien no lo sepa, o no lo quiera saber, es el instrumento del que disponen los pueblos para desarrollarse de una manera eficaz, racional y ordenada.
Así, de una buena planificación urbanística, depende en gran medida la actividad económica, el medio ambiente, la habitabilidad, la movilidad en nuestras ciudades, el espacio público y la imagen urbana entre otras. En definitiva, el bienestar del ciudadano.
Pero la enorme cantidad de normativa que hay que cumplir, su complejidad legislativa y la exigente intervención de todas las administraciones sectoriales actuantes, han hecho imposible la práctica normal de esta disciplina y su aplicación coherente en el territorio.
De hecho se tarda más de 10 años para aprobar cualquier instrumento de planeamiento urbanístico, lo cual carece de todo sentido y aboca a muchos responsables públicos a dejar de planificar su municipio ante el desánimo que produce semejante situación.
El 90 por ciento de los municipios de la Comunidad no cuenta con un planeamiento actualizado, entre ellos las cinco capitales de provincia, y la cantidad de problemas urbanísticos que se plantean por este motivo es tal y de tan larga y difícil solución con el actual modelo, que bien se puede decir que tenemos un urbanismo totalmente agotado y absolutamente colapsado.
Si a ello añadimos la despoblación y envejecimiento de la inmensa mayoría de los pueblos de Castilla La Mancha como principal problema urbanístico, social y demográfico, nos encontramos con la tormenta perfecta, que nos garantiza un futuro melancólico y empobrecido.
El Colegio de Arquitectos de Castilla La mancha, viene alertando a las autoridades y responsables políticos de nuestra Comunidad, de la angustiosa situación urbanística y demográfica, sin que hasta ahora haya obtenido resultado alguno. Porque no estamos ante una cuestión de simplificación administrativa, que también ayudaría, ni de retoques o parches a la actual Ley de Ordenación del Territorio y de la Actividad Urbanística de nuestra Comunidad, sino de un cambio radical en el propio concepto de urbanismo. De un cambio de modelo urbanístico.
Por ello, y en orden a encontrar soluciones viables al caos urbanístico existente, que planifiquen y ordenen racionalmente el territorio y la actividad de la Comunidad, desde unos postulados que les sean propios, el Colegio de Arquitectos de Castilla La Mancha, entre otras acciones, va a organizar en breve unas importantes Jornadas Interdisciplinares sobre Urbanismo y Despoblación, a las que invitará a los profesionales más distinguidos de Castilla-La Mancha, en las diferentes disciplinas que intervienen en la planificación del territorio.
Esperemos que fruto de esta actuación se tome conciencia en todos los ámbitos, sobre todo en los responsables de las tomas de decisiones sobre el agotamiento del modelo actual, y sobre la necesidad de un urbanismo sostenible en nuestra Comunidad, y se apueste, de verdad y de forma realista, por el futuro.
Eusebio García Coronado.
Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha
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