Con el final del año nos hemos encontrado con una desagradable sorpresa y es que nuestro pueblo, Villaescusa de Haro, no solo pierde a chorros agua por su red pública sino que, además, está perdiendo el dinero a la misma velocidad. Vamos a empezar por los datos fríos.
Villaescusa de Haro tiene una deuda por habitante en diciembre de 2016 de 350 euros (178.000 euros). Dicho así quizás el problema no se presente en toda su dimensión, pero si miramos que en diciembre de 2015 esta deuda era de 117 euros por cada villascusero (62.000 euros) nos damos cuenta que, en apenas doce meses, se ha multiplicado por tres.
Este dato objetivo, publicado en páginas especializadas, se agrava mucho más si lo ponemos en relación con la cantidad de servicios prestados o la inversión en la gente de nuestro pueblo. No encontramos, al menos yo no lo hago, dónde ha podido ir esa cantidad de dinero, en beneficio de qué o quién redunda o qué tipo de servicios se han aumentado o mejorado durante este año.
Soy de los que piensa que puede haber debate sobre la deuda, cuál es legítima y cuál no; si debe una administración endeudarse y hasta qué punto; qué deuda puede estar justificada o no según el destino de ese dinero… no obvio que puede haber debate pero, por desgracia, este no es el caso.
Y no lo es porque no está justificada en nada y, ya veremos, cuál es su procedencia y si pudiera tener consecuencias mayores que un aumento del peso de la deuda de todo un pueblo por una mala gestión. Por el bien de Villaescusa espero que ese sea el escenario y no otro.
En definitiva, esta cuestión viene a ahondar aún más en la decadencia en la que el gobierno municipal nos está sumiendo. Un pueblo donde sus gobernantes no sienten escalofríos al ver como pierde población, pierde trabajo, pierde agua y pierde dinero está condenando, si nadie lo remedia, a perderse del todo.
https://www.datosmacro.com/deuda/espana/municipios/castilla-la-mancha/cuenca/villaescusa-de-haro
Francisco J. Martínez Huerta
Vecino Villaescusa de Haro