Vasos de plástico que parecen campanas, botellas pintadas a modo de estrellas, revistas convertidas en pinos navideños y muñecos de nieve que nunca se deshacen. Son algunos de los adornos que ya decoran la plaza y el Ayuntamiento de Portalrubio de Guadamejud, un pequeño pueblo de la Alcarria conquense con vecinos y visitantes implicados y comprometidos.
Aprovechando la gran afluencia de visitantes por el largo puente de la Constitución y la Inmaculada y la celebración de su ya tradicional Fiesta de la Matanza, la Asociación Cultural ha querido incluir en esta ocasión una nueva actividad que ha combinado las manualidades, el reciclaje, la concienciación sobre el respeto al medio ambientey el trabajo en equipo intergeneracional como forma de estrechar lazos y crear comunidad.
Su promotora y coordinadora, Susana Usano, se ha mostrado muy satisfecha con la participación y acogida de una actividad que esperan repetir el próximo año con más objetos repartidos por más zonas del pueblo. En su opinión, lo más enriquecedor es que niños y mayores han compartido saberes y tiempo juntos, aprendiendo unos de otros, como también hicieron en otro taller más gastronómico, el de las palpartas y rosquillas que después merendó todo el pueblo. Dado el éxito obtenido, la Asociación se plantea organizar en un futuro otros cursos de este tipo en los que distintas generaciones intercambien conocimientos de ayer y hoy.
Quienes pasen estos días por Portalrubio no encontrarán la tradicional decoración navideña de otras localidades, más cara y puede que elegante, sino una económica, artesana e imaginativa realizada con amor e ilusión. Y es que si por algo es conocida esta localidad de solo 28 habitantes pero con mucha presencia mediática es por sus iniciativas innovadoras como la apertura de una Biblioteca con libros donados o la publicación de un 'Diccionario Portalrubiero-Español' con términos propios del pueblo y la zona, del que pronto sacarán una II Edición.