El autor del “Diálogo de la Lengua”, el humanista conquense Juan de Valdés, centrará la nueva cita, el martes día 12, de la programación semanal de la Real Academia Conquense de Artes y Letras. Será el propio director de la corporación académica, el historiador Miguel Jiménez Monteserín, quien recuerde y analice su figura, su trayectoria y, sobre todo, su postura ideológica en el conflictivo mundo religioso de la Europa del siglo XVI, en su charla “Entre Erasmo y Lutero, Juan de Valdés”, que se iniciará a las ocho de la tarde en el salón de actos de la institución en la segunda planta del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón, junto a la iglesia de la Virgen de la Luz. Como siempre la entrada será libre y gratuita hasta completar la capacidad del local.
Un humanista del Renacimiento
Juan de Valdés, al igual que su hermano Alfonso, nació en Cuenca en las postrimerías del siglo XV. Hijo del regidor de la ciudad Fernando de Valdés, entró al servicio del marqués de Villena, Diego López Pacheco y Portocarrero, en lo que iba a ser un periodo decisivo en su formación religiosa, estudió luego en Alcalá de Henares y a principios de 1528 comenzó su correspondencia con Erasmo de Rotterdam. Al aparecer su primer libro, “Diálogo de doctrina cristiana” (Alcalá de Henares, 1529), se le denunció ante la Inquisición, por lo que decide trasladarse atierras italianas en las que viviría ya hasta su fallecimiento en 1541. En 1534 marcha a Roma, donde fue gentilhombre del papa Clemente VII, y un año después a Nápoles donde trató a Garcilaso de la Vega, miembro de la Academia Pontaniana. En los años que siguieron hasta su muerte escribió consideraciones piadosas, trabajos exegéticos, traducciones parciales de la Biblia y algunos diálogos destinados a aclarar conceptos y ampliar las conversaciones que tenía con los adeptos a sus doctrinas religiosas en la tertulia que mantuvo en su casa, las llamadas “sacre conversazioni”. Todos esos trabajos manuscritos fueron conservados y transmitidos por la más famosa de sus discípulas, Giulia Gonzaga. Este evangelismo de tono místico y liberal habría de inspirar al círculo romano de Vittoria Colonna en tiempos de su amistad con Miguel Ángel Buonarroti, alrededor de 1540. Fue precisamente en Nápoles donde redactaría su obra cumbre, el “Diálogo de la lengua”, compuesta hacia 1535 pero que no llegó a ser impresa sino ya en pleno siglo XVIII, cuando el ilustrado Gregorio Mayans y Siscar la editó como apéndice en sus Orígenes de la lengua española, 1737, aunque con el título de Diálogo de las lenguas. Por lo que toca a sus inquietudes religiosas, que fueron las que más ocuparon sus escritos, se encuentran a medio camino entre el catolicismo más oficial y la reforma luterana y ése será precisamente el punto que destacará en su charla en la Academia conquense el conferenciante.