Una muestra de carteles cinematográficos del fallecido realizador Iván Zulueta, la proyección de su mítico y provocador film “Arrebato” y la presentación de un volumen de relatos de Pablo Pérez Rubio prologarán este lunes 20 de noviembre en el Centro Cultural Aguirre de Cuenca la vigésima edición de la Semana de Cine que va a desarrollarse en la ciudad, en las salas 3 y 5 de los Multicines Odeón, desde el martes 21 al sábado 25 centrada en las últimas producciones de los cineastas españoles.
La exposición, que se inaugurará a las seis y media de la tarde, recoge la labor como cartelista del que fuera uno de los directores más míticos de nuestro cine pese a haber realizado tan sólo – además de, eso sí, numerosos cortos y programas televisivos y de participar en títulos colectivos – dos largometrajes, "Uno, dos, tres... al escondite inglés", producido en 1969 por José Luis Borau, y "Arrebato", filmado diez años después, en 1979. y rápidamente convertido en film de culto. Son carteles – para películas por ejemplo de Almodóvar, Buñuel, Borau, Manuel Gutiérrez Aragón o Garci sin olvidar los realizados para producciones norteamericanas – claramente influenciados por el Pop Art y otras nuevas tendencias en los que se concede gran importancia a los caracteres gráficos de los títulos y que denotan una clara actitud de ruptura de los moldes convencionales.
Por su parte “Locos de cine y otros relatos” es un volumen de relatos publicado por la editorial La Fragua de Vulcano con el que Pablo Pérez Rubio – integrante por cierto de la actual directiva del cine club Chaplin promotor de la Semana – da el salto a la ficción tras sus anteriores trabajos historiográficos y de crítica cinematográfica en un vario carrusel en el que se entremezclan la ironía, la imaginación y la crónica en un espejeante reflejo de la concepción de su autor del cine como modo de conectar con el mundo y comprenderlo. La presentación se llevará a cabo a las siete de la tarde. Tres cuartos de hora después, a las ocho menos cuarto, tendrá lugar la proyección en el salón de actos del Centro de “Arrebato”
Siempre preocupado por la estética en todos sus trabajos y pese a haber realizado tan sólo tan sólo los dos largos citados, "Uno, Dos, Tres... al escondite inglés" y "Arrebato", Zulueta iba a ser uno de los directores que mayor influjo iba a tener en las siguientes generaciones de realizadores, especialmente en el hacer de Pedro Almodóvar. Quizás fue esa autoexigencia estética o una personal concepción del cine demasiado arriesgada para la época la que le llevó a no volver a dirigir ningún largometraje después de la tan provocadora en tema y forma "Arrebato", una película enormemente dura pero cargada de simbolismo, retrato del cine dentro del cine, una historia de vampirismo donde "el monstruo" es el propio cine, con un final abierto, ambiguo y envolvente. Fueron numerosos sin embargo sus trabajos en formato corto, un campo expresivo tal vez más propicio para esa experimentación que siempre le interesó, una experimentación también presente en esa colección de más de diez mil polaroids en las que volcó su inventiva a partir de los años ochenta sometiendo el papel hasta a cuarenta y ocho sobreimpresiones y pintando o rayando la imagen con una cuchilla de afeitar.