Redacción/ EFE | Jueves 26 de octubre de 2017
La presencia de Laura del Hoyo, acompañando a Marina Okarinska, alteró los planes que tenía Sergio Morate con relación a su expareja el día que se produjeron los asesinatos, según indicó en conversaciones que entabló espontáneamente con la policía a su llegada a España.
El agente del Grupo de Homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial que acompañó a Morate desde su llegada a España el 5 de septiembre de 2015, extraditado desde Rumanía, ha dado a conocer el contenido de estas conversaciones en el juicio con jurado que se celebra en Cuenca por el asesinato de las dos jóvenes.
En su declaración, ha comentado que pasó muchas horas junto a Morate desde su llegada a la base de Torrejón de Ardoz, durante su traslado a Cuenca para declarar ante el juez, en su estancia en la capital conquense y durante su traslado posterior a la cárcel de Estremera (Madrid).
Al hacer sus comentarios, Morate no llegó a decir en ningún momento que había matado a Marina y a Laura, aunque aludía a detalles relativos a lo ocurrido y volvía a hablar de los mismos asuntos de forma recurrente, ha explicado el policía.
Entre estas cuestiones, comentaba que el día que ocurrieron los hechos había llamado a Marina para que acudiera a su casa a recoger sus cosas, pero se encontró con que ésta llegó acompañada de su amiga Laura, por lo que les dijo que no subieran.
Pero ante la insistencia de Marina subieron las dos, lo que alteró sus planes, de acuerdo con los comentarios que hacía Morate, que contaba que una vez que las chicas entraron cerró con llave y en este punto cortaba siempre su relato, sin que los policías le preguntaran, ha asegurado el agente.
Estas circunstancias fueron un contratiempo para él, ya que había pensado ir con su amigo Alexánder Echeverri a un concierto a Alicante, como habían quedado desde hacía varias semanas, pero al tener que enterrar también a Laura cambió de planes.
Según dijo en estas conversaciones, vio que no podía cavar más en la fosa donde enterró a las jóvenes, ya que pensaba excavar un hoyo de dos metros en 10 minutos, pero se encontró con que el terreno era muy duro y con el añadido de tener que enterrar también a Laura.
Por eso, al ver como había quedado el escenario del enterramiento decidió que no podía quedarse en España y optó por irse a Rumanía, ha señalado el agente, que ha insistido en aclarar que fueron todas manifestaciones espontáneas, que él no intentó que contara nada.
"Hablaba lo que quería o cuándo quería", ha señalado el agente, hasta el punto que le dijo en varios momentos que no se olvidara de con quién estaba hablando y de que, aunque tenían un trato cordial, él era un investigador.
Según este agente, Morate tenía mucho interés en conocer lo que había ocurrido en España porque durante su estancia en Rumanía había estado aislado durante el tiempo en el que estuvo detenido en ese país, por lo que se atrevía a preguntar por aspectos de la investigación
Una de las cuestiones que más le llamaron la atención era que antes de ser detenido había visto en un programa de una televisión española en la que pusieron fotos de la boda de Marina en Ucrania y pensaba que no era cierto.
Pensaba que era imposible "que una persona se enamore y se case" en tan poco tiempo, por lo que cuando llegó a Cuenca les pidió que le llevaran al calabozo las fotos de la boda.
Además, ha puesto de manifiesto su apreciación personal de que Cuenca cuando nombraba a Laura cambiaba un poco de actitud, ya que de Marina hablaba de una forma fría, sin remordimientos y sin ningún tipo de arrepentimiento, al hablar de su amiga "bajaba la cabeza".
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