Cuenca

Caso Morate | Morate dijo en Rumanía que mató a Marina, aunque cambió de planes por Laura

Redacción/ EFE | Jueves 26 de octubre de 2017
Sofía Valeria H., la mujer del amigo rumano de Sergio Morate, ha afirmado hoy en el juicio con jurado que se celebra en Cuenca que el procesado les confesó que había matado a Marina Okarinska, mientras que al llegar a España extraditado dijo a a la policía que la presencia de Laura del Hoyo alteró sus planes.

La mujer de Itsvan Horvath, el amigo al que Morate conoció en prisión y en cuya casa de Lugoj (Rumanía) fue detenido el 13 de agosto de 2015, ha declarado hoy que les dijo que había matado a Laura un día antes de ser detenido, en el juicio que celebra en la Audiencia Provincial de Cuenca por los asesinatos de su expareja Marina Okarinska y de Laura del Hoyo en agosto de 2015.

En una videoconferencia ha explicado que estaban hablando en la terraza de su apartamento de Lugoj cuando Morate reconoció que había matado a Marina, aunque ha negado que les dijera que lo hizo atándole un collar de plástico, como afirmó al declarar ante una comisión rogatoria en Rumanía el 14 de agosto de 2015, según le ha recordado la fiscal, Cristina Moruno.

Y una vez que fue extraditadlo a España, comentó a la policía que la presencia de Laura alteró los planes que tenía con relación a su expareja el día que se produjeron los asesinatos, en conversaciones que el procesado entabló espontáneamente.

El agente del Grupo de Homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial que acompañó a Morate desde que llegó a España el 5 de septiembre de 2015, extraditado desde Rumanía, ha dado a conocer el contenido de estas conversaciones, en el juicio con jurado que se celebra en Cuenca por el asesinato de las dos jóvenes.

En su declaración, ha comentado que pasó muchas horas junto a Morate, que no llegó a decir en ningún momento que había matado a Marina y a Laura, aunque aludía a detalles relativos a lo ocurrido y volvía a hablar de los mismos asuntos de forma recurrente, ha explicado el policía.

Entre estas cuestiones, comentaba que el día que ocurrieron los hechos había llamado a Marina para que acudiera a su casa a recoger sus cosas, pero se encontró con que ésta llegó acompañada de su amiga Laura, por lo que les dijo que no subieran.

Pero ante la insistencia de Marina subieron las dos, lo que alteró sus planes, de acuerdo con los comentarios que hacía Morate, que contaba que una vez que las chicas entraron cerró con llave y en este punto cortaba siempre su relato, sin que los policías le preguntaran, ha asegurado el agente.

Estas circunstancias fueron un contratiempo para él, ya que había pensado ir con su amigo Alexánder Echeverri a un concierto a Alicante, como habían quedado desde hacía varias semanas, pero al tener que enterrar también a Laura cambió de planes.

Según dijo en estas conversaciones, vio que no podía cavar más en la fosa donde enterró a las jóvenes, ya que pensaba excavar un hoyo de dos metros en 10 minutos, pero se encontró con que el terreno era muy duro y con el añadido de tener que enterrar también a Laura.

Por eso, al ver como había quedado el escenario del enterramiento decidió que no podía quedarse en España y optó por irse a Rumanía, ha señalado el agente, que ha insistido en aclarar que fueron todas manifestaciones espontáneas, que él no intentó que contara nada.

En la vista ha declarado también una inspectora de homicidios la Comisaría General de Policía Judicial, que como experta ha opinado a la vista de los informes forenses que la muerte de Marina se produjo por asfixia mecánica cuando le ataron una brida al cuello, mientras que la de Laura fue por estrangulamiento, tras recibir un golpe.

Fue un ataque muy repentino, en un escenario muy calmado, lo que anuló las posibilidades de defensa de las víctimas, en opinión de esta experta.

Asimismo, ha considerado que el propio Morate debió comentar a su amigo rumano Itsvan y a su mujer que había asfixiado con una brida a Marina cuando llegó a Rumanía, ya que así lo confesaron ante la comisión rogatoria en Timisoara del 14 de agosto de 2015.

La agente, que asistió a dicha comisión rogatoria, ha señalado que la circunstancia de la aparición de la brida en el cadáver de Marina se dio a conocer el día 13 de agosto, por lo que es imposible que lo conociera otra persona que no fuera el ejecutor de los hechos.

El detalle de que el cadáver de Marina tenía una brida de color negro en el cuello también ha sido apuntado por varios agentes de la Comisaría General de Policía Científica que han declarado en la tercera jornada del juicio.

Han indicado que los cuerpos de las dos asesinadas se encontraban en una fosa de 1,45 metros de largo, 50 centímetros de ancho y 30 centímetros de profundidad, que daba la impresión que se había excavado "de forma tosca y apresurada", ha considerado uno de los agentes.

También han señalado que en las inmediaciones de la fosa se hallaron un pico, una azada, una maceta y una garrafa con líquido, así como una botella de agua de la que pudo extraerse ADN del gollete.

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