Cuenca

Caso Morate | Primer día del juicio a Morate, que sigue la vista con un silencio distante

Redacción/ EFE | Lunes 23 de octubre de 2017
El juicio que se sigue en Cuenca contra Sergio Morate, por el asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo en agosto de 2015, ha consumido la primera jornada, que ha estado marcada por el silencio del procesado, que se ha acogido al derecho a no declarar y ha permanecido en todo momento hierático y distante.

La primera jornada se ha iniciado y ha concluido con tensión, ya que tanto a su llegada a la Audiencia Provincial de Cuenca, procedente de la cárcel de Estremera (Madrid), como a su salida del edificio para subir a un furgón de la Guardia Civil para volver al penal, ha sido increpado por familiares y amigos de las jóvenes asesinadas, en particular de Laura del Hoyo.

La vista se ha iniciado con la petición que ha hecho el abogado defensor de Morate, José Javier Gómez Cavero, de que se incomunique durante todo el juicio al jurado que se encarga de juzgar a su defendido o que la vista sea a puerta cerrada porque hay miembros del jurado influenciados por los hechos que se juzgan.

Sin embargo, el presidente del tribunal del jurado y de la Audiencia Provincial de Cuenca, José Eduardo Martínez Mediavilla, ha rechazado la petición del abogado de Morate, después de haber estado más de una hora evaluando la solicitud del letrado, tras escuchar a las partes y al propio jurado, que previamente se había retirado a deliberar al respecto.

Esta circunstancia ha hecho que se haya retrasado la vista con respecto a lo que estaba previsto inicialmente y que haya sido necesario posponer a mañana la declaración de tres de los testigos que tenían que haber declarado esta tarde.

En el desarrollo de la vista, Sergio Morate se ha acogido a su derecho a no declarar y ha seguido toda la jornada hierático y distante y sin expresar emociones.

Solamente ha cambiado algo su expresión cuando se ha escuchado una conversación que de Marina con Varvara N., una amiga ucraniana de Marina Okarinska, que ésta última había grabado sin que la joven asesinada lo supiera, en la que ésta hablaba de la difícil relación que tenía con Morate después de que rompieran su relación de pareja. Morate ha permanecido impasible a pesar de que en algunos momentos puntuales de la vista ha habido cierta tensión durante la declaración de algunos testigos, sobre todo de familiares de Marina y Laura.

Así, la hermana de Marina, Alina Okarinska, que a diferencia de sus padres no ha necesitado traductor, ha dicho a Sergio Morate antes de iniciar su declaración ante el tribunal "Desgraciado, levanta la cabeza y mira a mi madre a la cara".

A su vez, Sonia del Hoyo, una de las dos hermanas de Laura, le ha dicho tras declarar como testigo "asesino, qué valor", mientras que su madre, María Chamón, ha pedido al presidente del tribunal del jurado que le dejara ver la cara del procesado, lo que este no le ha autorizado.

Al igual que Morate, sus padres, José Agapito Morate y María Jesús Garcés Escribano, se han acogido a su derecho a declarar al igual que ha hecho su hermano Óscar Morate, que ha declinado también hacerlo en una videoconferencia.

Si han declarado la madre de Laura, María Chamón y sus dos hermanas, Sonia y Cristina del Hoyo, que básicamente han confirmado que Laura y Marina eran amigas, y han relatado cómo vivieron la jornada del 6 de agosto, cuando las dos chicas fueron asesinadas.

A su vez, los padres y la hermana de Marina Okarinska han coincidido en poner de manifiesto la difícil relación que tenía con Sergio Morate, una vez que habían dejado su relación de pareja tras estar durante cuatro años viendo juntos,

La hermana de la fallecida, Alina Okarinska, ha sido la más explícita y ha relatado que Sergio Morate era muy celoso y que Marina le había comentado que tenía que acabar con la relación con Morate, porque se había convertido en "una pesadilla".

Alina Okarinska ha coincidido con su madre, Olha Okarinska, en señalar que su hermana se sentía controlada y vigilada, porque Sergio Morate era muy celoso y en el mes de febrero le dijo "que no podía más, que no eran compatibles".

También han coincidido Alina y Olha en recalcar que Sergio Morate había obligado a Marina a dejar algunos de los trabajos que tenía, aduciendo que le restaban tiempo para su relación de pareja, aunque después sí estuvo trabajando en negocios de familiares del procesado.

En el mismo sentido se han manifestado algunas de las testigos que han comparecido en la vista, entre ellas Varvara N., la madre de ésta, María N, y María Luisa L.B. que regenta un restaurante en el que estuvo trabajando la joven.

A preguntas de los letrados, las tres han coincidido en que Marina había sufrido algún episodio de violencia física y han confirmado el carácter dominante y controlador de Morate, que la perseguía y acosaba y que por ello tenía miedo.

Además, tanto Várvara como Alina Okarinska han asegurado que Sergio Morate fue a buscar a Marina a Ucrania cuando la víctima se fue a su país a finales de marzo de 2015, aunque no la encontró.

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