Cuenca

Una tarde de toros da para muchos lances...

Rafael Torres | Domingo 03 de septiembre de 2017
Cuando un aficionado asiste a una corrida de toros observa que a lo largo de las tres horas largas que dura el festejo se producen diversos lances, algunos de ellos con mucho arte y no precisamente por parte del torero

Me viene a la memoria una tarde de toros en la que se anunciaba por primera vez en Cuenca, el hierro del afamado ganadero Victorino Martín, con la consiguiente expectación que ello con llevo.

El coso registro un lleno hasta la bandera y en la Andanada del Sol, se situaban un grupo de jóvenes que al grito de “¡hay Victorinos con jamón, pan y vino! “no dejaban de pasarlo bien.

Entre el grupo se encontraba una joven promesa de la noche de Cuenca, que apuntaba ya maneras era “Fermín el Orejas”, hijo de la buena de Dorotea, el bravo chaval en un alarde de emoción agarró la goma por la que se bebía el vino en una enorme cubeta (no recuerdo si era blanco o tinto pues los dos hacen la misma fiesta), y comenzó a tragar y a tragar vino a espuertas, hasta el punto de quedarnos atónitos y de no creernos lo que estábamos presenciando, ese alarde de socarre.

Parecía que se ahogaba, cada gorgorotada la acompañaba una cruz a modo de bendición. Pero ... todo lo contrario, se levantó y en estado de alocamiento como pudo gritó “¡Qué saquen el sobrero que el vino esta bien fresco y cae bien al gaznate!”

Cayendo a continuación desplomado y sin juicio encima de los espectadores que tenía delante, apenas pudo incorporarse cuando comenzó a vomitar, de manera que no le quedó “brebaje oscuro” dándole escalofríos, sudores y desmayos, que le hizo pensar que eran sus “últimas horas”.

También viene a mi memoria otra tarde de toros en la que al entrar en la plaza coincidí con “Antonio Facturas” del barrio del Vaticano. Lo vi vestido con el chaleco de la Cruz Roja y junto con otro compañero portaba una camilla. Al verlo me sorprendí y le dije: “¡Facturas! ¿qué haces tu vestido de voluntario ?”. A lo que me contesto: “¡Me he apuntado para ver los toros gratis!” “ ¡Qué artista eres!” le tuve que replicar.

Enntre tanto, la suerte quiso se sentara cerca de mi localidad y el diablo (que nunca duerme) dispuso que un espectador cercano a nuestra localidad sufriera un desmayo, aterrizando en el suelo mal parado.

“¡ A ver por favor!” los voluntarios de la Cruz Roja, que auxilien a este señor, se ha desmayado. En esos momentos Morante de la Puebla destapaba el tarro de las esencias en el redondel provocando la agitación y la perdida de memoria del bueno de Facturas, que ya no se acordaba que era voluntario de la Cruz Roja.
Respondiendo al respetable publico que le requeriría: “No le pasa nada, yo lo conozco, tranquilos ahora cuando acabe la faena Morante lo socorro y santas pascuas. Ofrézcanle un poco de vino y mejor si es bueno quepor antes se espabilara y así no hay que sacarlo en camilla, que conforme esta la plaza nos revienta a mi compañero y a mí y luego he quedado para ir a la feria.”

En otra ocasión, fui yo el objeto de anécdota. Se anunciaba en el cartel taurino el clásico espectáculo cómico musical del “Bombero Torero y los Enanitos Toreros”.
Me gustaba ir porque me hacia especial gracia la lidia de los novillos por parte de los toreros y su cuadrilla.

Al finalizar el espectáculo me encontré con una persona de baja estatura que casualmente andaba por los pasillos de la plaza de toros. Al verlo, sentí la necesidad urgente de felicitarlo de forma cariñosa por el resultado exitoso del espectáculo que habían ofrecido.

¡¡ Hola buenas tardes!! “Acepte por favor, mis felicitaciones por la gran actuación de arrojo y valentía que han tenido esta tarde en el ruedo, a la hora de picar al novillo con la escoba en la mano”.A lo que el buen caballero me contesto: ¿Qué actuación dice usted? “Pues, la charlotada celebrada ahora mismo que intervenía usted como picador”.

y ahí vino su sentencia con unas palabras digamos parecidas a estas: “¡De picador yo, Copón!”, Mira artista, yo no he participado en ninguna charlotada, soy más de Cuenca qué el resolí y el morteruelo y he venido a ver el entretenimiento.

Lo único que puede pasar es que te arranque a mordiscos tus atributos varoniles originándote un mal irreversible para tú posible descendencia.

Entonces, ¿Se producen lances fuera del redondel del la plaza o no ? Juzguen ustedes mismos, pero sepan estas tres anécdotas son muy reales. Lo único que se ha alterado de las historias son los nombres de las personas que las protagonizaron...y no de todas.

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