Más de 200 personas de la localidad de Vega del Codorno (Cuenca) participan este sábado, 17 de diciembre, en la 50 edición del belén viviente, que se ha convertido en la seña de identidad cultural y tradicional de este pueblo de la Serranía de Cuenca, y que espera un millar de visitantes.
Su alcalde, Rodrigo Molina, ha explicado que esta pequeña localidad de poco más de 150 habitantes, situada a más de 1.400 metros de altitud, vive su jornada más especial del año con el pueblo volcado en la celebración del belén viviente.
Además de los personajes del nacimiento, en los últimos años se ha extendido la costumbre por parte de los vecinos de vestirse de diferentes oficios de época, como carpinteros, y ubicarse en las cercanías de la gruta natural que sirve de escenario.
Es una de las pocas novedades que, según Molina, se han introducido en esta tradición que se viene celebrando prácticamente igual desde que en 1967 se hiciera el primero, aunque sí han surgido algunos imprevistos y anécdotas en este medio siglo.
Molina ha recordado cómo algún año, a finales de los años 70 o principios de los 80 una enfermedad "creo que fue el sarampión" tuvo postrados a todos los niños del pueblo y dejó al belén viviente sin niños.
Las bajas temperaturas o la nieves no echan nunca atrás a la gente del pueblo, según Molina, "porque aquí la nieve lo único que hace es que suba menos gente, pero la de aquí participa igual", y además este año las previsiones son "buenas".
La celebración se inicia con una misa, que este año oficiará el obispo de la Diócesis de Cuenca, José María Yanguas, luego va la representación del belén viviente y acaba con una merienda a base de patatas asadas, "más de 350 kilos de patatas tenemos listos este años", ha aseverado Molina.
Asimismo, Molina ha indicado que han invitado a todas las autoridades, desde el presidente de Castilla -La Mancha Emiliano García-Page a la senadora del PP, Monserrat Martínez, que tiene raíces en la localidad. EFE