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Comienza el nuevo reto de Pedro Cifuentes

Redacción | Miércoles 14 de diciembre de 2016

Pedro Cifuentes plantea un nuevo reto para esta temporada en la remota Patagonia Argentina, la travesía del Fitz Roy. El objetivo de su proyecto en solitario será la encadenación, sin bajar de la pared, de las cimas más prominentes que componen esta emblemática cadena montañosa granítica. Si lo consigue será el primer recorrido en solitario a nivel mundial, unos 4000m de escalda vertical que al ir en solitario se duplican y se convierten en 8000m. Su experiencia en este terreno de aventura llevado al límite le precede, contando con la experiencia adquirida tras realizar la 1ª Travesía Integral a las Torres del Paine en Chile en 2013 y la Ascensión a la Torre Sin Nombre en Pakistán en 2015, ambas en solitario.



 

El Monte Fitz Roy, también conocido como Cerro Chaltén, se localiza en el campo de hielo Patagónico Sur, en el límite entre Argentina y Chile siendo una montaña que cuenta con 3405 m de altitud, de inigualable belleza por sus caprichosas aristas y crestas visibles entre glaciares y nubes.

La Travesía recorrerá las cimas más prominentes que componen la cadena montañosa granítica que rodea al Fitz Roy; esto es: la Aguja Guillaumet, Aguja Mermoz, Aguja Val Biois, Pilar Goreta, monte Fitz Roy, Aguja Kakito, Aguja Poincenot, Aguja Rafael Juárez, Aguja Saint-Exúpery y la Aguja de L’s.

 

La expedición

La expedición partirá desde Cuenca este sábado 17 de noviembre, rumbo a Buenos Aires y de allí a El Calafate y donde un autobús le llevará hasta la villa de El Chaltén donde dejará la civilización .A partir de ahí le esperan varios días de porteo a pie con todo el material hasta recorrer los 30 km que les separan de Piedra del Fraile. Con la ayuda de cuatro porteadores terminará con la ubicación del campamento base para finalizar en Piedra Negra, donde quedará en solitario en el campamento avanzado. A partir de este momento la soledad será su única compañera.

Cuando el tiempo lo permita comenzará a escalar atravesando el paso Guillaumet y atacando la Aguja del mismo nombre por la vía Brenner-Moschioni, de 300 metros de longitud donde