Cinco niños y dos monitores que están pasando la primera quincena de julio en el campamento de Los Palancares (Cuenca) tuvieron que ser atendidos ayer en el Servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Luz de la capital, con cuadros leves de vómitos y diarreas.
Así lo han indicado este jueves fuentes del Servicio de Salud de Castilla (Sescam), que han añadido que no fue necesario dejar ingresado a ninguno de los siete atendidos, ya que todos recibieron el alta a lo largo de la jornada del miércoles y desde entonces no se ha registrado ningún otro caso similar.
Miembros del Servicio de Epidemiología y del Distrito de Salud Pública se desplazaron ayer hasta el campamento para tomar las muestras y realizar las pruebas necesarias para averiguar las causas de estos casos, que en el campamento achacan a un brote vírico y en ningún caso a una intoxicación.
Según han explicado fuentes del campamento de Los Palancares, el miércoles por la mañana detectaron varios casos de gastroenteritis y avisaron a la Consejería de Sanidad para que se pusiera en marcha el protocolo necesario.
Están convencidos, por las palabras de los propios técnicos, de que se puede descartar cualquier tipo de intoxicación y achacan los casos a un virus.
A pesar de ello, han seguido las instrucciones de Sanidad de dar a los niños agua embotellada y extremar la limpieza, sobre todo en los baños, para evitar contagios.
El campamento de Los Palancares, ubicado a pocos kilómetros de la capital conquense, alberga estos días a más de 200 niños: 125 corresponden a un campamento de Cruz Roja, un grupo de 35 está siguiendo un curso de inglés de la Junta de Comunidades y otro grupo de 45 realiza otras actividades, también auspiciado por el gobierno regional. EFE