De nuevo llegamos al 8 de marzo y lo hacemos reivindicando, como no puede ser de otra forma, derechos y libertades de las mujeres.
Muchas son las voces que se alzan sobre la igualdad, pero pocas son las manos que construyen de manera contundente y sin excusas una sociedad libre de prejuicios y discriminación por uno u otro motivo. Es necesario alcanzar una igualdad real y para conseguirlo debemos analizar y detallar los problemas y lacras que ralentizan llegar a este fin.
Uno de ellos es la brecha de género. En la última legislatura se ha disparado y las mujeres hemos visto cómo nuestros sueldos se alejaban de los salarios que percibían nuestros compañeros hombres, haciendo el mismo trabajo e incluso trabajando más horas.
Muy grave es la violencia de género. Son numerosas las mujeres agredidas, demasiados los casos que terminan de manera irremediable, muchas las denuncias que no llegan a presentarse y cada vez son más los hijos y las hijas que sufren las consecuencias de las agresiones de una u otra forma.
El discurso machista se está haciendo demasiado habitual y patente entre los jóvenes, por ello la Educación debe ser el arma principal para luchar contra esta lacra, pero hay que dotarla de medios para que desde una edad temprana los más pequeños no hagan distinciones de género.
Los socialistas estaremos siempre contra el machismo. Hemos apostado desde siempre por la igualdad y nos avala el trabajo que hemos desarrollado a lo largo de los años. Como ejemplos, la Ley de Igualdad, la Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, la Ley de Dependencia, el Plan Concilia, el Plan de Educación 0-3, la implantación de la coeducación y educación para la ciudadanía y, precisamente por todo esto, estamos obligados a seguir reivindicando y proponiendo soluciones que comienzan por incluir la igualdad de forma transversal en todas las acciones políticas.
De esta forma, siempre contra el machismo significa impulsar un Pacto institucional, político y social contra la violencia de género, y también apostar por una economía de la igualdad que elimine barreras en el acceso al empleo, la permanencia y la promoción, que acabe con las diferencias salariales y la rémora histórica de que las mujeres se responsabilicen casi en exclusiva de los cuidados.
Siempre contra el machismo incluye acabar con la prostitución y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, así como construir un sistema coeducativo que garantice la formación en igualdad entre los sexos en todos los niveles, desde Infantil hasta la Universidad.
Siempre contra el machismo significa defender la libertad de elección de las mujeres sobre su maternidad, y reconocer y respetar los derechos sexuales y reproductivos.
Comencemos a construir una sociedad igualitaria, democrática y libre, para lo cual necesitamos el esfuerzo de todas y de todos. Porque no olvidemos que los cambios siempre empiezan por uno mismo.
Feliz 8 de marzo.
Esmeralda Mena Martínez
Secretaria de Igualdad del PSOE de la provincia de Cuenca