Las elecciones últimas en Cuenca han dado como resultado un panorama de pluralidad en el Consistorio conquense cuya consecuencia ha sido que gobierne, como es lo sensato, la lista más votada.
No debería de ser yo, puesto que mi ideología está en las antípodas de una formación pura de izquierdas, el que rompa una lanza a favor de IU pero me veo en la obligación moral de hacerlo.
Y no apoyo a la formación de Izquierdas por las propuestas que ha presentado para dar su apoyo o por su programa, ni mucho menos por haber dejado que Ángel Mariscal gobierne, que ya adelanto que no ha sido así, simplemente muestro mi respeto hacia una formación que ha mantenido unos valores hasta el final, unos valores que muchos los han perdido.
En primer lugar, en Castilla-La Mancha, donde Podemos no se cansaba de decir que no apoyaría a la “casta” y hemos visto como todo estaba pactado, dando como resultado una maniobra deleznable que ha terminado con un más que previsible apoyo al PSOE, donde lo único que importa es “que no gobierne el PP”, independientemente del futuro de los castellano manchegos y de las propuestas que los socialistas acepten o no, por mucho teatro que se esté montando ahora.
Pero el PSOE aquí ha aprovechado para hacer ya campaña, para dentro de cuatro años, y comenzar a hundir a IU diciendo que Mariscal gobernará por ellos. Y este artículo no es para mostrar mi apoyo a IU sino para criticar las ansias de poder del PSOE que, según le beneficia, utiliza en algunos lados el argumento de la lista más votada, en otros que debe de gobernar la izquierda y en casos como Cuenca, que IU impide a Ávila gobernar cuando, o no se han leído la LOREG o intentan engañar de forma manifiesta a la ciudadanía.
Así, estoy a la espera de ver el resultado de las “negociaciones” entre Podemos CLM y el PSOE de Page y observar cómo, o bien el PSOE accede a las políticas del partido de Pablo Iglesias y convierte a Castilla-La Mancha en una comunidad tipo Venezuela, o no cumple con sus propuestas y Podemos no hace nada, en cuyo caso Podemos se convertiría en otro partido de la “casta”, y ambas opciones me parecen muy cuestionables, puesto que la única forma de no apoyar a la casta que definía Pablo Iglesias, y de cuyo significado discrepo, es votándose así mismo tal y como ha hecho IU en Cuenca.
Daniel Pérez Osma
Secretario General de NNGG Cuenca