El Grupo Popular del Ayuntamiento de Cuenca ha advertido hoy que debido a la nefasta gestión del alcalde Juan Ávila y de su concejal Darío Dolz, la Gerencia Municipal de Urbanismo está “al borde del caos”. Así lo confirman las numerosas quejas que han recibido a través de diferentes medios, de conquenses que llevan meses esperando que se atiendan sus solicitudes.
Los populares han anunciado que están recabando todas estas denuncias de ciudadanos y otros datos relacionados, y que en breve darán a conocer cifras que confirman que no existe dirección política en urbanismo ni por parte del concejal responsable Darío Dolz ni por el propio Ávila. Según el portavoz del PP, “estamos hablando de que hay ciudadanos que piden una licencia para cambiar una bañera por un plato de ducha, en lo que se considera obra menor, que tienen que esperar medio año para que se les conceda, cuando el plazo máximo es de 2 meses”.
El portavoz popular ha dicho que saben que el propio alcalde ha recibido estas quejas, que no sólo se refieren a obras menores, sino a todo tipo de licencias, en concreto muchas relacionadas con la puesta en marcha de actividades y negocios en nuestra ciudad.
El PP ha afirmado que estas denuncias de vecinos de Cuenca están en la línea y confirman las declaraciones que hizo ayer el delegado de la Junta, Rogelio Pardo, cuando afirmó que hay temas que llevan meses parados y otros sospechosamente se tramitan de manera rápida. El portavoz popular ha indicado en referencia esta denuncia del delegado, que los datos que van conociendo apuntan en esta dirección, porque podrían existir casos cuya resolución se ha adelantado de forma irregular con respecto a otros.
El Grupo Popular advierte que la situación de la gerencia obedece únicamente a la dejadez del equipo de gobierno, y alerta de que los datos que harán públicos próximamente darán una idea de la situación que se vive en el urbanismo de la ciudad.
García Hidalgo manifiesta que a juzgar por las fechas de solicitudes de licencias que les han mostrado algunos de los perjudicados, estamos hablando de tiempos de espera que para nada son “tolerables” y que lo único que hacen es atentar contra aquellos que crean empleo o contra ciudadanos que quieren cumplir las normas. Frente a ello, el Ayuntamiento ofrece en la mayoría de los casos, silencio administrativo e incumplimiento de plazos y normas.