Doce años en el palco de la plaza de toros de Cuenca como presidente. Y si Dios quiere, como suele decir él, mirando el crucifijo que siempre le acompaña, este año serán doce más uno. Nos referimos a Ángel Muñoz Escribano, más conocido en el mundillo taurino como “El Curi” por su etapa novilleril, que coincidió con sus estudios para “curilla” en el Seminario Menor de Uclés. Cuando fue designado presidente no quiso el don del algodón, don Ángel Muñoz, sino seguir manteniendo su apelativo de “El Curi”, que es su alias torero, en la arena, y en el palco. Un grupo de aficionados, que pasaron del medio centenar, se reunieron en el Bien Porteño en una cena para rendirle un cariñoso homenaje de reconocimiento personal.
Fue un homenaje casi de sorpresa, espontáneo, de la gente del toro de Cuenca, en el que no faltaron las adhesiones cuando la noticia del homenaje saltó a las redes sociales. Ángel Muñoz “El Curi” estuvo acompañado por su esposa Lucia, su hija Marta y otros familiares. Entre los asistentes podíamos citar al presidente de la plaza de toros de Las Ventas, el conquense Julio Martínez Moreno, así como sus compañeros del palco Emiliano García, Femando Tévar y Julián Rodríguez “Sorianito”, y dos nuevos presidentes del Reino de Aragón, Antonio y Javier Arguas (padre e hijo), que hicieron las practicas en la pasada feria de Cuenca.
El empresario Maximino Pérez, los ex-matadores de toros Curro Fuentes (ganadero desde hace varios años) y Luis Algara “El Estudiante”, compañeros de fatigas de en la etapa novilleril de “El Curi”; representantes de equipo médico, con el cirujano Amador Jiménez y Evelio; delegados gubernativos que trabajan codo a codo con el equipo presidencial de la plaza; representantes de la Escuela Taurina y miembros de la Peña Taurina Conquense, amigos y aficionados en general.
Sencillo y emotivo homenaje, presidido por una gran foto en blanco y negro de “El Curi” en la presidencia, con porte serio, dando permiso para iniciar un festejo; al lado de la mesa, traje de luces, capote de paseo y fundón. En nombre de todos los presentes, el empresario, Maximino Pérez, entregó una cerámica taurina de Luis del Castillo. “El Curi” agradeció el homenaje, “que me ha cogido de incógnito”, para recordar a renglón seguido sus siete tardes como novillero en Cuenca y su experiencia en el palco, tras sustituir a otro gran presidente como lo fue Olivo. “Ya sabéis cómo estoy, vino a decir, pero mi corazón está muy sano para seguir en el palco y este año será el doce más uno”.
Después de una larga ovación tomó la palabra el presidente de la plaza de Madrid, Julo Martínez, quien señaló que era más difícil presidir en una plaza como la de Cuenca, que en las Ventas, porque Madrid ya tiene el respeto ganado. Muy solemne, Julio Martínez le dijo a Ángel Muñoz: “Te has ganado el respeto y el reconocimiento de los aficionados, y desde la arquitectura del palco has tenido valor, ética y arrojo, y eso no sólo lo saben los que estamos hoy aquí contigo, sino toda la afición conquense”.
A final, en la despedida, y con Arturo Barambio a la guitarra, "El Curi", emocionado y agradecido, aún se marcó una "soleá" como en los viejos tiempos. ¡Ele" y ¡olé!
CHICUELITO