Llega la temporada de hongos y en Cuenca tenemos mucha afición a la salida al campo para pasar un día agradable en contacto con el Medio Ambiente y que nuestros hijos tomen ese contacto con la Naturaleza, lejos del ruido de las ciudades y del peligro de los coches, es como sacarlos al parque donde no existe peligro para ellos, pero en un espacio mucho más amplio, y si además conseguimos traernos a casa unos sabrosos níscalos o unas amanitas Caesareas para saborearlas con los amigos, mucho mejor y presumimos de haberlas encontrado.
Uno de los lugares preferidos por la inmensa mayoría de los ciudadanos Conquenses, por su cercanía a Cuenca, por ser un monte llano donde pueden pasear personas mayores y niños, y por su relativa limpieza son los montes de Sotos, alrededor del Aeródromo se estacionan tantos coches en ésta época que más parece un Aeropuerto Internacional que una pista aérea deportiva, elegimos Sotos para ir a buscar hongos igual que solemos elegir Benidorm en época de playa, un espacio abierto donde todo el mundo es bien recibido para que disfrute de su afición y en agradecimiento le devolvamos a éste monte lo que nos ofrece, respetando lo que nos encontramos en él.
Los que soléis salir al campo en ésta época habréis podido apreciar que desde hace unos años en estos montes se desarrolla la actividad de la resinación, no es una afición, es una profesión de la que viven muchas familias y es su único modo de vida, y su forma de llevar el alimento a sus casas y a sus hijos, cada gota de resina que sale del pino y cae al pote donde se recoge, va acompañada de gotas de sudor de la frente del resinero que está trabajando durante toda la campaña para obtener su fruto, ese fruto está en el cacharro que está colgado del pino y que todos debemos respetar.
Quiero hacer éste llamamiento a todos los que saléis al campo y sobre todo a los que hasta hoy no os habéis preocupado de respetar los potes de los pinos y los barriles que contienen resina que se encuentran haciéndonos compañía en el monte, es el trabajo del resinero, no están hay por motivos decorativos y debemos respetarlos, los niños son niños y debemos enseñarles a respetar lo que encontramos en el monte, el niño o el mayor que tira un pote de resina está tirando al suelo la comida de otros niños, la comida de los hijos del resinero.
El resinero está todo el día en el monte trabajando y si se encuentra a alguien que está tirando al suelo su trabajo, metiendo palos o piñas en los potes de la resina para estropearla, llegará un momento que perderá su paciencia y las consecuencias pueden ser muy graves, por lo tanto debemos evitar que esto ocurra respetando todo lo que nos encontramos en los campo, respetando el mismo monte no tirando basuras o dañando lo que nos ofrece la Naturaleza.
Espero que éste llamamiento sirva para concienciar a todos del respeto que le debemos a la Naturaleza y que no sea necesaria la intervención de la Administración, denunciándonos a través de los Agentes Medioambientales o de la Guardia Civil.
Por favor, RESPETO, nos ha costado mucho llegar hasta aquí, ayúdanos a seguir prosperando, a seguir creando empleo y no destruirlo, el Resinero merece tanto respeto como cualquier otra profesión.
Muchas Gracias
Honorio Gallego Cejalvo
Secretario de la Asociación Civil de Interés particular Monte Pinar
“El Rodenal” de Sotos