Según los datos del Servicio Público de Empleo del Estado, esta bajada de 127.248 desempleados, un descenso del 2,60% respecto a los de mayo, supone una proyección positiva, ya que es el cuarto mes de mejoría, el mejor dato de la crisis. El número de parados en España se sitúa en 4.763.680.
Sabemos que junio es un mes de contrataciones, suele ser bueno para los datos del paro, pero, no obstante, en este año se mejora la bajada de junio/2012, que fue de, 98.853 desempleados menos. Y otro dato positivo, el descenso es global, en todos los sectores, excepto agricultura, también desciende en todas las Comunidades Autónomas y entre menores de 25 años, una bajada de 33.961 desempleados, el 7,41%.
Es indiscutible que son datos esperanzadores, y más si admitimos la previsión del ministro de Economía, que pronostica que la EPA del segundo trimestre será mucho mejor que la del primero, pero no podemos lanzar las campanas al vuelo porque esta importante bajada se produce sin que la contratación aumente; las cotizaciones a la Seguridad Social no se corresponden con las cifras del descenso del paro, arrastrando una bajada de 109.084, 7,87%, respecto a junio de 2012 y, no olvidemos que seguimos a la cabeza en la Unión Europea en porcentajes y sin resolver esta lacra no saldremos de esta crisis.
Ante las afirmaciones de que es el mejor dato histórico hay que decir que cuando hay mucho empleo, en el techo, se puede bajar, pero cuando se está en mínimos, en el suelo, se baja menos, evidentemente.
En Castilla –La Mancha, también son datos positivos, la variación estriba en 9,133 parados menos, un 3,49%, pero seguimos con una tasa superior a la media española. Gravísima situación que lastra el desarrollo de nuestra Comunidad.
Y si hablamos de la pérdida de puestos de trabajo entre los empleados públicos de nuestra Región tenemos que decir que es enorme y despiadada. Muy negativa comparación con los datos del Estado: de los 50,000 puestos perdidos en las Administraciones Públicas en España, 10.553 corresponden a Castilla –La Mancha, un 21,25% del total nacional; los empleados públicos de Castilla –La Mancha nos sentimos discriminados con el resto.
El gobierno regional lleva velocidades distintas según para qué y para quién: las medidas que afectan a la destrucción de empleo y merma en salarios y condiciones laborales en la Administración de la JCCM se toman con celeridad, contrastando con la lentitud si se trata de reducir empresas públicas, asesores, cargos públicos y personal que ha accedido sin oposición, por “confianza”.
Desde CSI-F instamos al gobierno Regional a abandonar el camino de los recortes que empobrecen a los trabajadores y merman servicios públicos fundamentales y tomar la senda de la recuperación y el crecimiento de Castilla –La Mancha y, evidentemente, también de la Función Pública.