El delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, ha dado hoy la bienvenida a gran parte de los niños saharauis que este verano pasarán sus vacaciones en nuestra región, acogidos en familias de las cinco provincias castellano-manchegas dentro del programa "Vacaciones en Paz".
Hoy ha llegado a Motilla del Palancar un grupo de 245 niños y niñas que serán acogidos por familias de Albacete, Cuenca, Toledo y Guadalajara y mañana lo hará un grupo de 150 niños cuyas familias de acogida residen en la provincia de Ciudad Real.
Por segundo año consecutivo la localidad de Motilla del Palancar ha sido la encargada de albergar el punto de encuentro de los niños con las delegaciones provinciales, voluntarios y familias.
El delegado de la Junta ha respondido a la invitación realizada desde la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y del Ayuntamiento de Motilla del Palancar y ha querido estar presente en las instalaciones del colegio San Gil Abad de la localidad, donde se ha establecido el punto de recepción de los niños, para darles la bienvenida y saludar a los miembros de la Asociación y a los voluntarios. Pardo ha estado acompañado por la la concejal de Servicios Sociales de Motilla, Toñi, García, por el alcalde de El Peral, Francisco Navarro y por los miembros de la Asociación.
Un grupo de personas ha trabajado de forma incansable durante el fin de semana para recibir, entre hoy y mañana, a los 400 niños saharauis y que para que, durante las horas que permanecen en el colegio San Gil Abad de Motilla a la espera de que sean distribuidos entre sus familias, no les falte de nada.
Desde la Asociación se ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento de Motilla del Palancar que ha puesto a su disposición todo lo necesario para que la llegada de los niños lo mejor posible. También han colaborado voluntarios de Cruz Roja y de un curso de monitores que se está desarrollando desde ADIMAN.
Los 400 niños saharauis pasarán los próximos dos meses acogidos en familias de la región disfrutando de muchas cosas a las que no tienen acceso en su lugar de origen y recibiendo el cariño de los castellano-manchegos.