Día tras día vemos en las calles de nuestra ciudad como gente sin conciencia y sin coherencia se habitúa a estacionar su vehículo en plazas destinadas a personas con una discapacidad. La falta de vergüenza ya no solo llega a personas que aparcan por ignorancia, por falta de educación o simplemente por desconsideración, sino que hermanos, hijos, maridos, mujeres, nietos y nietas usan las tarjetas de familiares que sufren una discapacidad, incluso cuando dicha persona no va con ellos en el vehículo.
No nos cabe en la cabeza como este tipo de personas tienen el valor a utilizarlas para su uso y beneficio y sin llegar a pararse a pensar que hay mucha gente que realmente necesita esos lugares para simplemente poder salir de sus coches, tener espacio para desplegar sus sillas y generalmente, por la labor que hacen esas plazas; la de cercanía de acceso a lugares públicos, comercios, etc...
Siempre nos preguntamos: ¿Como una persona que goza de perfecta movilidad, que no sufre ninguna discapacidad que le impida caminar con normalidad, puede llegar a estacionar sus vehículos en esas plazas sabiendo que detrás puede llegar alguien que realmente si lo necesita?, es tal la incomprensión, la falta de educación y la desconsideración, repetimos, que debería caérseles la cara de vergüenza.
Varias asociaciones y personas en particular llevan denunciando estas acciones durante toda su vida y sin casi respuesta alguna. Hace unos días fuimos conocedores de la campaña que la policía local esta llevando acabo en la denuncia de tarjetas fraudulentas o el mal uso de las mismas.
No sabemos si el incidente que ocurrió fue casualidad, mala suerte o simplemente un despiste, es cómo podemos llamar a lo que tuvo un agente de movilidad al imponer una multa y a ordenar la retirada de mi vehículo de una zona de carga y descarga llevando colocada mi tarjeta de accesibilidad. Esa fue mi sorpresa cuando un día saliendo de mi trabajo me extraño y posteriormente me asusto al no ver mi vehículo en el lugar en el que yo lo había dejado. En el lugar se encontraba la notificación de la grúa. Mi reacción fue de incredulidad al principio, mas tarde de asombro y por ultimo de un gran enfado al pensar que justo cuando los agentes están llevando acabo una campaña de concienciación y denuncia de tarjetas fraudulentas van y a quien denuncian es a quien no deberían denunciar. Alegan en la denuncia como hecho denunciante “Estacionar vehículo en zona de carga y descarga (sin efectuar la misma) según el articulo 91 del Reglamento General de Circulacion”, pues bien, al ir a retirar el vehículo en la Policia Local de Cuenca y acompañados por un agente se puede comprobar que en el interior del vehículo en el salpicadero se encuentra la tarjeta de Accesibilidad.
Estamos muy cansados ya de estas injusticias y mucho más si van denunciando a quien no tienen que denunciar mientras otros tantos sinvergüenzas campan a sus anchas con sus supuestas tarjetas de accesibilidad.
A.L.S.
BENEFICIARIA DE LA TARJETA DE ACCESIBILIDAD