El barrio se San Antón de la capital conquense acogió un año más, esta es su edicción XVI, el tradicional Vía Crucis de la Hermandad de Nuestro PadreJesús Amarrado a la Columna.
Tras la misa celebrada a las 7 de la tarde en la iglesia de la Virgen de la Luz, dio comienzo el Vía Crucis por las estrechas y angostas calles del Barrio de San Antón, parando a lo largo del recorrido en catorce puntos para reflexionar sobre las estaciones que componen esta rememoranza de la Pasión de Cristo. De la lectura de las mismas, se encargaron los propios fieles que, en un gran número, y con sus velas encendidas acompañaron a la comitiva.
Durante todo el desfile destaco el silencio, la sobriedad, el olor a cera e incienso y el sonido de las horquillas contra el pavimento, que unido al rumor del Júcar, figuran como único acompañamiento musical.