El delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, ha informado del decreto que establece los horarios de atención al público, urgencias y vacaciones de las oficinas de farmacia de Castilla-La Mancha y que vendrá a sustituir a las normas de los años 1997 y de 2004 y a solucionar los problemas que surgen en el colectivo, principalmente en los pueblos más pequeños de la región.
El decreto tiene como objetivo proteger a la farmacia, en especial a la del mundo rural, “y garantizar la permanencia de este servicio que está muy bien valorado por la población de los núcleos más pequeños por su gran cercanía y calidad”.
El nuevo decreto reforzará la red de farmacias de Castilla-La Mancha, mejorando las condiciones de prestación del servicio para ajustarlo a las demandas reales y modernizará estos servicios de cara a mejorar la prestación por parte de los titulares de farmacia.
El delegado ha recordado que el decreto responde a la demanda de los profesionales de farmacia, “es algo que venían reclamando desde hace años ya que algunas oficinas de farmacia estaban en riesgo por su baja rentabilidad”.
La nueva norma permitirá regular el horario mínimo oficial e introducirá la posibilidad de adaptar estos horarios a necesidades específicas de la población. Se regula también de forma equilibrada la posibilidad de establecer horarios superiores al mínimo oficial de forma compatible con una ordenación adecuada de las guardias. El decreto establece los necesarios controles de la administración sobre los horarios y guardias, si bien de forma más ágil y menos burocrática, reduciendo en todo lo posible las cargas administrativas.
Pardo ha indicado que cuando entre en vigor el decreto el horario mínimo será de 7 horas de lunes a viernes, 4 de las cuales deberán estar comprendidas entre las 9 y las 14 horas, y las tres restantes entre las 16 y las 22 horas.
El decreto introduce como novedad que en las farmacias de poblaciones menores de 500 habitantes –y las de municipios de entre 500 y 1.000 habitantes que no tengan centro de la salud- se pueda prestar el servicio de forma continuada.
En la provincia de Cuenca el número de farmacias en municipios menores de 500 habitantes es de 67, en pueblos de entre 500 y 1.000 habitantes el número es de 33, en pueblos de entre 1.000 y 5.000 es de 33, y en localidades de más de 5.000 habitantes es de 51.
Otro de los aspectos que contempla el decreto es el de los turnos de vacaciones, hasta de 30 días al año, con posibilidad de días libres en función de las guardias que se realicen. La organización de los turnos de vacaciones se hará siempre de manera que se garantice el servicio para la población.
Pardo ha explicado que, a diferencia de lo que ha venido ocurriendo hasta la fecha, en las ausencias por vacaciones, estudios o por asuntos particulares de duración inferior a 15 días en localidades con una sola farmacia se podrá designar al titular de una farmacia próxima para que se haga cargo de la apertura en horario restringido. Como novedad también, las oficinas de farmacia podrán cerrar hasta un máximo de tres días consecutivos y de diez días al año por asuntos particulares.
El delegado de la Junta ha insistido que esta reforma facilita que muchos farmacéuticos de pequeñas poblaciones puedan plantearse seguir prestando sus servicios en el medio rural.
Ayudas para fondos bibliográficos
Otro de los acuerdos adoptados en Consejo de Gobierno fue el de la colaboración entre la Consejería de Educación, Cultura y Deportes con las diputaciones provinciales para ampliar los fondos de las bibliotecas públicas de municipios de C-LM. El montante total de estos acuerdos supera los 500.000 euros, de los que 85.000 corresponden a la provincia de Cuenca. Con este dinero se ampliarán las colecciones bibliográficas, hemorográfica y multimedia de las bibliotecas y salas de lectura pública de los ayuntamientos.
El delegado de la Junta ha señalado que esta medida está orientada a impulsar los servicios bibliotecarios públicos mediante la mejora y actualización de las colecciones bibliográficas y documentales de las bibliotecas públicas municipales y así, facilitar el acceso a todos los ciudadanos de la región a los niveles educativos y culturales que permitan su realización cultural y social.
Para solicitar la ayuda, los beneficiarios deberán tener, al menos, un bibliotecario contratado y un horario mínimo de apertura al público. Asimismo, las entidades solicitantes deberán prever un presupuesto municipal para adquisiciones bibliográficas, hemerográficas y/o multimedia con destino a cada biblioteca pública municipal.
Se trata de un compromiso muy ambicioso de apoyo a la cultura y a las bibliotecas de Castilla-La Mancha al que hay que sumar el presupuesto destinado a la financiación y mantenimiento del servicio de bibliobuses. Un servicio que acerca la cultura y los fondos bibliográficos a cualquier rincón de la región, cuando no disponga el municipio de biblioteca propia.