El presidente de la Diputación Provincial, Benjamín Prieto, asistía en la tarde del pasado miércoles, 15 de agosto, en la Iglesia de Villaverde y Pasaconsol, a la devolución una vez restaurado de un cuadro del siglo XV que representa el Calvario de Cristo con la Virgen y San Juan.
Durante su breve intervención, Prieto quiso subrayar la importancia que tiene cualquier esfuerzo que se realice para recuperar nuestro patrimonio, por lo que supone de inversión en activos con claro atractivo turístico, por el valor histórico, cultural y artístico que tienen y también porque este patrimonio forma parte de las señas de identidad de los pueblos y localidades de la provincia y, por tanto, de sus ciudadanos.
El Calvario de Villaverde y Pasaconsol es la pieza más antigua que se ha restaurado hasta el momento en la Diputación Provincial de Cuenca. Se trata de una pintura sobre tabla fechada a finales del siglo XV, de estilo gótico internacional aunque con detalles propios del gótico italiano de Giotto. Según los datos aportados por el Centro de Conservación y Restauración de la Diputación Provincial, aunque se desconoce el nombre de su autor, por la temática y su forma con toda probabilidad estamos ante el ático de un gran retablo catedralicio y es muy posible que fuese el Cabildo de Cuenca quien donase la pieza a la parroquia ya en el siglo XIX.
La obra sufría daños en el soporte por la separación de la tablazón y el ataque de insectos tipo carcoma, sobre todo en los travesaños de la trasera. La pintura presentaba además repintes en el paisaje y un levantamiento de importancia en el brazo de Cristo. Las pérdidas de película pictórica estaban muy localizadas en la sangre de Cristo, túnica de la Virgen y sombras, lo que hace pensar que se debió a una mala aplicación de determinados colores. Por último, la acumulación de suciedad y la oxidación del barniz, habían oscurecido la escena, de forma que apenas se apreciaban las figuras.
La actuación sobre esta tabla ha consistido en un tratamiento para eliminar la carcoma, la reconstrucción de los barrotes dañados y el sellado de las las grietas con madera de pino y resina. Sobre la pintura se ha realizado una limpieza con geles específicos que han permitido eliminar el barniz y los repintes.
Posteriormente se han nivelado las zonas donde se había perdido la pintura, aplicando un estuco tradicional de cola y yeso que proporcionó una superficie lisa sobre la que se ha completado con acuarela el dibujo. Para finalizar se ha aplicado un barniz protector a toda la superficie.