El Ministerio de Fomento estudia suprimir o sustituir servicios ferroviarios de media distancia con pocos viajeros por autobuses que cubran los mismos trayectos.
El objetivo es evitar el "alto coste" que supone poner en marcha un tren con poca ocupación, según el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá.
La reordenación estará lista "en los próximos meses" y no afectará a los trenes de Larga Distancia ni al AVE, ni tampoco a los de Cercanías, según ha explicado en el Senado. Antes de fin de año, de hecho, el departamento de Ana Pastor tiene que elaborar otro listado de conexiones ferroviarias que tengan consideración de 'obligación de servicio público' (OSP).
La definición de este listado a su vez deriva de las nuevas directrices comunitarias, que impiden que Renfe, como operador público, pueda recibir subvención pública alguna para aquellos servicios que no tengan dicho carácter de público. Esto se hará, según Catalá, medainte "un estudio de racionalidad y eficiencia de cada corredor".
Según los propios datos de Fomento, en 2011 transportaron 26,42 millones de pasajeros, un 3,16% más respecto a los 25,61 millones de usuarios de 2010, si bien es una cifra inferior al máximo de 28,2 millones de viajeros que alcanzaron en 2006. Antes de tomar una decisión, el Minsiterio pretende ponerse de acuerdo con las comunidades autónomas.