El alcalde, Juan Ávila, ha trasladado hoy al consejero de Presidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, la preocupación de la ciudad de Cuenca por las medidas que se están tomando en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca y que están llevando al desmantelamiento del mismo.
Durante su intervención en el acto de clausura de la Asamblea general de CEOE Cepyme Cuenca, Ávila ha reiterado la inquietud que sienten en estos momento los ciudadanos conquenses ante la posibilidad de que merme la calidad asistencial que reciben los pacientes o que el Virgen de la Luz, el único hospital público de referencia en la provincia de Cuenca, deje de ser un motor económico para la ciudad y la provincia. “Todo ello expresado desde el mayor respeto y lealtad institucional”, que subrayado Ávila, que se ha puesto a disposición del Gobierno de Castilla-La Mancha para abordar esta cuestión en cualquier momento.
El alcalde ha destacado también el hecho de que el Ayuntamiento de Cuenca haya pagado los más de 22,5 millones de euros que adeudaba a sus proveedores porque “va a suponer una inyección para la ciudad y un respiro para las empresas”. Un compromiso de su Equipo de Gobierno que, ha reconocido, “hemos llevado a cabo gracias al Plan de Pago a Proveedores del Gobierno de nuestro país, aunque a unos costes para los ayuntamientos más elevados de los que hubiéramos querido”.
No obstante, el primer edil conquense ha señalado que “la situación económica a la que nos enfrentamos en España es la más complicada desde hace muchos años” y ha apelado a la responsabilidad del conjunto de las instituciones para “evitar que se convierta también en un crisis institucional y social”.
Ávila ha afirmado que la crisis “es cosa de todos” pues “nos afecta a todos, entre todos debemos encontrar la salida y debemos salir todos juntos”. Respecto a la necesidad de trabajar conjuntamente para superar la coyuntura, el alcalde de Cuenca ha lamentado que “el conjunto de la clase política no estemos dando ejemplo y lo digo incluso con vergüenza”. Asimismo, ha considerado que el mantenimiento del estado del bienestar “es fundamental para que nadie se quede en el camino”.
Finalmente, Ávila se ha referido al desempleo como “la cara más oscura de la crisis” y ha asegurado que es “el principal problema al que debemos de enfrentarnos”, para lo que ha abogado por trabajar para que “haya liquidez, mejore la competitividad y se desarrollen políticas de estímulo de la económica más que de recortes”.