Lo que el Gobierno “popular” de María Dolores de Cospedal está haciendo con nuestra educación es imponer su programa más ideológico y radical, aprovechándose como en todos los casos de la crisis económica, escudándose en la “herencia recibida” y tratando como siempre de renunciar a cualquier política de igualdad. Esta crisis es un pretexto para desmantelar una escuela pública donde se dan clases, sin distinción de clase.
¿Hay razones suficientes para manifestarnos y protestar contra los recortes e intentar pararlos? Sí.
Por los más pequeños, por no dar apoyo a la escolarización de 0 a 3 años, cuando se sabe que esos son años cruciales para el desarrollo intelectual de los niños.
Por los jóvenes, por acortar la Educación Secundaria Obligatoria, adelantando así un año la bifurcación entre Bachillerato y Formación Profesional, y por la supresión de las clases de apoyo.
Por los universitarios, que verán aumentadas en casi 600 euros unas matrículas que de por sí nunca han sido baratas ni han estado al alcance de todos, y la penalización a los repetidores con el pago del 100% del coste del curso, lo que conlleva a que carreras como arquitectura, ingenierías... etc. corran peligro puesto que son muy difíciles de sacar a la primera.
Mientras tanto, las becas de educación se reducen estrepitosamente, lo que provocará que a muchas familias se les cierren las puertas para que sus hijos puedan estudiar.
Y sí, debemos protestar por nuestros docentes porque en nuestras escuelas e institutos hay miles de interinos. Si pretende hacer que los grupos de alumnos sean más grandes y que los profesores den más horas, de forma que sobrarán profesionales y esto provocará que los interinos sean despedidos. Se calcula que en torno a 90.000 quedarán en la calle. Esto es una barbaridad para la educación y para la sociedad, inadmisible e intolerable.
En una sociedad como la nuestra, con muchísimos menores viviendo por debajo del umbral de riesgo de pobreza, estas medidas van a generar una mayor desigualdad social dañando así la calidad de la enseñanza pública y amenazando con hipotecar el futuro del país.
Sin educación de calidad aumentará el fracaso, el abandono escolar, y así la ignorancia llevará a la facilidad para manejar a la sociedad hacia un mundo menos libre, menos justo y más desigual.
Por ello quiero decirles a todos los que menosprecian las protestas que desdeñarlas es una frivolidad. Yo no quiero que la educación por la que han luchado mis padres y mis abuelos se convierta en un privilegio de ricos y tampoco que futuras generaciones me reprochen no haber hecho nada mientras les robaban su futuro, de ahí que sea necesario que digamos NO a los recortes en educación.
Laura Martínez Triguero
Secretaria de Juventud de la Comisión Ejecutiva Municipal del PSOE de Cuenca