Tras un fin de semana de ensueño para el deporte conquense, un fin de semana en el que han ganado nuestros dos máximos representantes a nivel nacional, toca frenar la euforia un instante y reflexionar. Hoy nos centraremos en la Unión Balompédica Conquense, otro día será sobre el balonmano y espero que sea por su clasificación a final de temporada u otra alegría similar.
Como todos sabemos, el equipo de fútbol de la capital conquense está pasando por una de las peores temporadas en su historia, en la que no ha salido de los puestos de abajo en todo el año y en la que la sombra del descenso ha eclipsado la capital cada vez con más fuerza. Sin embargo, pese a todas esas jornadas de desilusión y de impotencia, los blanquinegros parecen haber despertado con dos victorias consecutivas que nos llevan a todos sus incondicionales a soñar con el milagro de la salvación.
Sin embargo, debe prevalecer la calma; la mentalidad tiene que seguir siendo la de luchar cada partido como una final. Durante estos últimos días se han comenzado a escuchar comentarios sobre la salvación, gente diciendo que ya está lograda y que solo hay que mantener un poco el nivel… Pero ese no es el camino, llevamos diciendo eso toda la temporada y a la hora de la verdad, en los puntos de inflexión, en los partidos que teóricamente debíamos ganar para lograr los objetivos siempre hemos fallado, cayendo en una decepción tras otra.
Por eso pensamos que debemos mantener la calma, es cierto que la salvación está más cerca que hace dos semanas, pero no es menos cierto que si no mantenemos este nivel y luchamos hasta el final, todo habrá sido en vano y tendremos que militar el año que viene en tercera división. Por lo que desde este pequeño artículo rogamos a todos los aficionados conquenses que apoyen a su equipo hasta el final y que crean en la salvación, pero desde la única forma que se puede conseguir, con esfuerzo y perseverancia.
Por
Diego Aragón, @diegoaragon10
Vicente García, @vicente3garcia