La comisión de Fiestas del LIV Septenario ha iniciado a las seis de la mañana el último acto, llamado la ¨bajada¨, consistente en realizar la romería de traslado al santuario de Garaballa desde Moya pero con una duración más corta con respecto a la ¨subida¨del pasado 16. La previsión es que sobre las 15 horas esté en el Santuario de Tejeda aunque eso dependerá del ritmo del traslado de los portadores de la Virgen.
La comitiva la encabezará la cruz guía, los danzantes, el grupo de ocho jóvenes; las damas y reina; la Virgen y las autoridades, civiles y religiosas.
En cada mesa se descansará unos segundos para tomar el testigo vecinos de otros pueblos, como en la de El Arrabal; los Huertos, Mijares, Landete, Garaballa y el Soto y luego llegará a el Prado, donde se hará de nuevo el inventario. Hace siete años la jornada de la ¨ bajada ¨ fue domingo y hubo una notable asistencia. En está ocasión es lunes, jornada laborable, podría ser algo menor.
La junta quiere comunicar a todos los medios que uno de los momentos más emotivos tendrá lugar en el Prado de Garaballa cuando una vez la Virgen en el interior del templo los danzantes bailen en las afueras sus últimas danzas y, al terminar, para seguir con la costumbre lancen los palos al tejado.
Desde la junta se valora positivamente la celebración por la asistencia de público en todos y cada uno de los actos y agradece a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la declaración del evento como Fiesta de Interés Turístico Regional. Esto nos hará obligarnos en potenciar más aún Moya y su entorno y perseguir otra declaración, la de interés turístico nacional. Además, se agradece a la Guardia Civil su colaboración en todos los actos, y vigilancia den las carreteras, que hoy acompaña el festejo.
Y finalmente, agradecer a todos los moyanos y gentes del entorno todo el esfuerzo realizado para la consecución de una celebración que tiene lugar cada siete años.
El próximo tendrá lugar en 2018.