Tras un verano tranquilo en la provincia de Cuenca, el incendio que ha arrasado casi 300 hectáreas de pinar en Cañada del Hoyo, es el último ejemplo de la vulnerabilidad de nuestro patrimonio forestal.
UGT viene reclamando desde hace tiempo que se implanten medidas que contribuyan a frenar la desertificación y, con independencia de las causas que han motivado el incendio de Cañada del Hoyo, a combatir el delito ecológico que desembocan en incendios forestales.
En el primer caso, es preciso establecer medidas contra la tala descontrolada, el pastoreo abusivo o las prácticas agrícolas inadecuadas. Y en relación al delito, solicitamos que se castigue con contundencia a los que provocan incendios forestales.
A pesar de los avances que han tenido lugar en los últimos años en materia de prevención, el sindicato, demanda incrementar las precauciones y las medidas de prevención de riesgos en el colectivo de extinción de incendios y reclama mayor formación y mejores condiciones en la contratación para los trabajadores del sector, para reducir la siniestralidad laboral derivada de la precariedad y la temporalidad de los puestos de trabajo.