El trabajo autónomo se ha mantenido estable en el primer semestre del año a pesar de las enormes dificultades de financiación por las que atraviesa el colectivo. Esta es la principal lectura que se hace desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Castilla-La Mancha a la vista de los datos de altas y bajas en el RETA del primer semestre del año.
Los datos arrojan un balance de 94 bajas y 100 altas en las localidades de más de 40.000 habitantes de Castilla-La Mancha, siete en total. Ciudad Real, con 56 autónomos menos; Talavera, con bajas; y Albacete, con un descenso de 15 autónomos, son las localidades que presentan datos negativos. En el otro extremo se sitúan: Cuenca (+57), Puertollano (+20), Toledo (+15) y Guadalajara (+8).
Necesidad de apoyos para crecer
Para UPTA Castilla-La Mancha, estos datos demuestran la estabilización del colectivo después de dos años consecutivos con grandes descensos en la afiliación y confirman “la fortaleza de un colectivo que continúa creyendo en sus proyectos y negocios a pesar de las enormes dificultades a las que se enfrenta”, argumenta Carlos Bonilla, secretario general de la Organización.
En este sentido, Bonilla destaca que “el autónomo de Castilla-La Mancha está pidiendo a gritos la liquidez que le permita generar riqueza” y que “esta liquidez se le está negando desde las entidades bancarias”. Para el secretario general de UPTA Castilla-La Mancha, “el autónomo sólo podrá crear empleo si se acaba con la morosidad y se permite que acceda a la financiación, porque de lo contrario al final del segundo semestre volveremos a encontrarnos con datos muy negativos y con nuevas pérdidas de empleo en el colectivo”.
Datos más negativos en el resto del país
Esta no es la tónica general del resto del país, donde sí que se han producido importantes descensos en este primer semestre del año, especialmente en la franja del centro y el norte de España, donde el sector del turismo ha tirado del autoempleo.