El PP encabezado por María Dolores de Cospedal arrebató al PSOE uno de sus bastiones históricos. El hasta ahora presidente, José María Barreda, gobernaba Castilla-La Mancha desde 2004, y, como indicaban todas las encuestas electorales, los populares le arrebataron por mayoría absoluta un parlamento claramente bipartidista y una comunidad que el PP regirá por primera vez en toda la historia democrática.
En total, la formación de la también secretaria general del PP a nivel estatal se quedó con 25 escaños, frente a los 24 de su oponente electoral.
De Cospedal, visiblemente emocionada, compareció ante los medios de comunicación para comentar los resultados con casi el 60% del escrutinio realizado. Agradeció el apoyo y señaló que los castellano manchegos habían “vuelto a demostrar su compromiso con la comunidad y que querían decidir el futuro de su tierra”.
Así mismo Cospedal destacó que los populares habían obtenido los gobiernos municipales de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Tarancón.
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