El Obispado de Cuenca comenzaba ayer, las tareas de rehabilitación de la iglesia parroquial de Cervera de Llano tras el derrumbe de la torre de este templo la madrugada del pasado lunes, 9 de mayo. Se Intenta ahora salvaguardar y rehabilitar el resto del templo parroquial del deterioro que sufre desde hace años. Esta obra, que iba a acometerse gracias a un convenio de colaboración suscrito por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el mencionado Obispado firmado el pasado diciembre de 2010, se acaba de poner en marcha, una vez que los técnicos del Obispado han recomendado una rápida actuación para salvar el resto del monumento. Gracias al citado convenio, el Gobierno regional invertirá en la iglesia de Cervera 213.082,76 euros, mientras que el Obispado aportará los 91.321,18 euros restantes del importe total del proyecto.
Los servicios técnicos del Obispado, conscientes del deterioro de la iglesia, habían cerrado ya al culto este edificio desde el pasado mes de abril comunicando al Ayuntamiento la necesidad de proceder al vallado y restricción del paso al público en el perímetro de la torre y solar colindante. Una vez producido el derrumbe de la torre, los técnicos del Obispado trabajan para adelantarse a otros futuros problemas e intentan adaptar el proyecto a la realidad actual en la que se encuentra la iglesia, siempre en colaboración directa con la Junta.
El desplome de la torre ha deteriorado estructuralmente varias cerchas de la cubierta del templo lo que hace necesaria una primera actuación urgente centrada en aligerar el peso de la misma, que consistirá en su desmontaje controlado. A continuación está previsto desmontar los altares laterales de la nave central, para, después, desescombrar y palatizar las piedras de la torre derrumbada. Las actuaciones previstas a continuación son la demolición de la bóveda de cañón interior y los arcos, el desmontado del muro de piedra lateral vencido y su cimentación y reconstrucción. Finalmente se rehabilitará la cornisa interior, para después atar los muros de la nave central con un zuncho de hormigón armado que hará posible la colocación de una nueva estructura de cubierta de madera y teja cerámica como la que hay en la actualidad.