La consejera de Empleo, Igualdad y Juventud, Paula Fernández ha participado en Cuenca en la entrega de más de 70 certificados de profesionalidad obtenidos en la provincia. Actualmente, casi 1.000 trabajadores conquenses cuentan con un certificado de profesionalidad expedido por el Gobierno regional.
El Gobierno de Castilla-La Mancha “es consciente de que la creación de empleo pasa por la cualificación profesional y la mejora de la formación tanto de desempleados como trabajadores en activo”, razón por la que “nos hemos marcado como objetivo que, en los próximos dos años, toda la formación del Servicio Público de Empleo lleve aparejada la obtención de un certificado de profesionalidad”.
Así lo ha asegurado este jueves en Cuenca la consejera de Empleo, Igualdad y Juventud, Paula Fernández, durante el acto de entrega de más de 70 certificados de profesionalidad obtenidos en esta provincia a lo largo del último año.
La responsable regional de Empleo ha insistido en que “la formación es vital a la hora de tener garantías de éxito en la búsqueda de empleo ahora y en el futuro” por lo que “hemos ampliado, ya este año, hasta cerca del 68% las acciones formativas que llevarán aparejadas la realización de prácticas en empresas y la obtención del certificado”.
Paula Fernández ha asegurado que esta titulación se han convertido en “una herramienta realmente útil por la que, cada vez más, se interesan tanto desempleados como trabajadores en activo y empresarios”: Buena prueba de ello, ha explicado, es que, hoy por hoy, el registro regional de certificados de profesionalidad “cuenta ya con más de 5.500 inscritos”. En este sentido ha animado a las más de 17.000 personas que han realizado acciones de formación que dan acceso a este título, a seguir solicitando el certificado de profesionalidad.
Una titulación con validez en toda la Unión Europea y que “democratiza la inserción socio-laboral de las personas que no han tenido la oportunidad de adquirir una titulación académica”, según ha apuntado Fernández.
La consejera de Empleo ha destacado la importancia de este título que “acredita la cualificación profesional de trabajadores que han adquirido las competencias necesarias para ejercer en igualdad de condiciones una determinada profesión”, mediante acciones de formación profesional para el empleo programadas por el Gobierno regional.
Personas que además, y tal y como ha subrayado la consejera, se han formado mayoritariamente en sectores emergentes gracias a la programación de Formación Profesional para el Empleo del Gobierno regional y que, independientemente de la coyuntura económica, “han seguido creando empleo a lo largo de los últimos años”. En este sentido se ha referido a los empleos verdes –rama medioambiental y agroalimentaria-, blancos –rama socio-sanitaria- y azules –nuevas tecnologías de la información y la comunicación- y que, sólo el año pasado, generaron más de 56.000 contratos, según el Informe de Contratación de la dirección general de Empleo 2011.
Estrategia global
La consejera de Empleo, Igualdad y Juventud ha explicado que el proceso de acreditación de competencias “ha tenido desde el inicio una importancia singular dentro de las políticas activas de empleo del Gobierno de José María Barreda”, por lo que “fuimos una de las primeras comunidades autónomas en iniciar los procesos de acreditación”.
No en vano – ha subrayado Fernández- este procedimiento se enmarca dentro de una estrategia global del Ejecutivo autonómico cuyo objetivo no es otro sino “permitir dotar al sistema productivo de los perfiles que necesita, y contribuir así a incrementar la productividad de las empresas y la competitividad de la economía castellano-manchega”.
Una estrategia que “comparte con la Organización Internacional del Trabajo, la máxima de que la riqueza de las naciones se basa cada vez más en las cualificaciones y los conocimientos de su capital humano” y concibe la formación no como una acción puntual, sino como un proceso continuo que se extiende a lo largo de toda la vida laboral.
En este sentido, Paula Fernández ha recordado que sólo este año se invertirán más de 117 millones de euros en la mejora de las posibilidades de vuelta al empleo de las personas desempleadas, “al tiempo que a la mejora de la posición en el empleo de las personas que ya están trabajando”. Unas acciones que beneficiarán en su conjunto a más de 44.000 personas, el 86.5% de éstas desempleadas, y que “mejorarán sus perspectivas de acceder al mercado laboral”.
Una apuesta por la formación, “a la que este gobierno destina el 50% del presupuesto de la consejería de Empleo, Igualdad y Juventud” y que se completa con políticas concretas como el Plan para la Reducción del Abandono Escolar, la puesta en marcha del primer Centro Integrado de Albacete -que constituye el único centro público de formación profesional de España certificado para conseguir dos licencias de mantenimiento aeronáutico- o las medidas que se desarrollarán a través de Acción Joven, que beneficiarán a un total de 10.000 jóvenes castellano-manchegos de entre 16 y 30 años con diferentes necesidades formativas y que actualmente se encuentran en desempleo.
Unas acciones a las que hay que sumar la apuesta por la realización de itinerarios personalizados para trabajadores y desempleados y que este año “reforzaremos con la incorporación de casi 100 nuevos técnicos asesores de empleo”, el portal de orientación profesional (POP) o el Mapa de Necesidades Formativas de Castilla-La Mancha “elaborado en colaboración con los agentes sociales y económicos de la región y que detalla las necesidades reales en materia de formación que demanda nuestro tejido empresarial, según el ámbito geográfico”.
Por último, la consejera de Empleo, Igualdad y Juventud ha explicado que los ministerios de Educación y Trabajo, junto con las consejerías de Educación y de Empleo “llevamos tiempo trabajando” para que personas que cuentan con un certificado de profesionalidad, puedan obtener el título complementario que les permita posteriormente acceder a la formación universitaria.