Cuenca

Emoción y recogimiento en el camino de la Madre hacia la Resurrección

(Foto: Sergio Valverde).
Redacción | Domingo 20 de abril de 2025
Cuenca vivió un Sábado de Duelo y Gloria, acompañando a Nuestra Señora de los Dolores en su procesión hacia la Catedral. La Hermandad presentó novedades como un nuevo himno y vestimentas para las imágenes. La jornada culminó con la celebración de la resurrección, destacando momentos simbólicos y emotivos.

Cuenca, huérfana de Luz, desnudó la Cruz y convirtió sus templos en Sepulcro. A las siete de la tarde, volvió a echarse a la calle para acompañar a la Madre en su camino de ausencia y de luto.

Nuestra Señora de los Dolores, acompañada por María Magdalena, María Salomé y una ciudad entera, partió a las 19:00 horas desde San Esteban rumbo a la Plaza Mayor. La noche fue robándole la claridad al día mientras las Santas Marías pasaban por Las Torres, Alonso de Ojeda y El Salvador. Solera y el Peso se vistieron de tiniebla. Pero no venció la oscuridad en este Sábado de Duelo que fue también de Gloria.

Cuenca no caminó hacia las sombras por Alfonso VIII, sino hacia la Luz perenne que cumple la Escritura. En la Catedral concluyó el cortejo y fue allí donde María Dolorosa conoció la buena nueva: ¡Ha resucitado!

Posteriormente los hermanos se despojaron del capuz enlutado y la Luz del mundo, encarnada en el Cirio Pascual, iluminó el templo. Cuenca fue testigo, junto a la Madre, de la mayor dicha de la Cristiandad.

La Hermandad sorprendió este año con varias novedades destacadas durante su salida procesional desde la iglesia de San Esteban. Uno de los momentos más significativos fue el estreno del himno Tres corazones, compuesto por Esteban Usano, que sonó por primera vez al inicio del desfile.

La imagen de la Virgen lució un nuevo manto de mayor tamaño, confeccionado por JM Sánchez González, así como un ahuecador que aportó más volumen a su figura. Por su parte, María Magdalena estrenó una saya realizada y donada por Miguel Hidalgo, vestidor de la Hermandad. Ambas tallas, tanto la de Ntra. Sra. de los Dolores como la de Sta. María Magdalena, lucieron nuevos broches como parte de sus vestimentas.

Las andas procesionales fueron sometidas a un proceso de restauración y oscurecimiento para lograr una mayor uniformidad cromática, y estrenaron banzos de aluminio, mejorando así tanto la estética como la funcionalidad del conjunto.

Otro de los momentos especiales fue la incorporación, por primera vez, de los símbolos de la Vigilia Pascual en el desfile. Un hermano con capa blanca portó un acetre con agua y un cirio —donado por la Hermandad de Ntro. Sr. Jesucristo Resucitado— que fue utilizado posteriormente en la ceremonia celebrada en la Catedral.

Como acto simbólico de duelo, la Hermandad realizó una ofrenda a las puertas de la antigua iglesia de San Andrés, donde aguardaba Cristo Resucitado. El gesto rememoró el momento previo a su triunfo sobre la muerte, que se representa en la procesión del Encuentro con la que concluyó la Semana Santa.

El cortejo fue recibido en las inmediaciones de la Santa Iglesia Catedral Basílica por el Coro de la Capilla de Música de la Catedral, que acompañó con sus voces a la Hermandad hasta el final de la procesión, poniendo un emotivo broche final a una jornada cargada de simbolismo y estrenos.

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