Fernando Lamata ha resaltado la importancia de la “Carta del derechos a la salud de la ciudadanía de la Unión Europea”, una iniciativa para la que se recabará el apoyo de otras CCAA así como de organizaciones profesionales, sociales y sindicales, representantes públicos, y grupos parlamentarios, para que incorporen en sus programas la necesidad de apostar por una sanidad pública europea común que garantice una atención de calidad para toda la ciudadanía.
Para ello, indicó Lamata es necesario homogeneizar criterios y tomar decisiones comunitarias y en especial para resolver problemas que nos afectan a todos los países y estados como los que está planteando la actual crisis económica o los que se pudieron derivar de una pandemia como la que se vivió con el virus H1N1 “donde se vio la ausencia de una política unitaria en la UE”.
El titular de políticas sanitarias y servicios sociales de Castilla-La Mancha ha defendido la necesidad de seguir peleando por el mantenimiento de una atención sanitaria universal, de carácter público y con la suficiencia presupuestaria precisa para afrontar las demandas asistenciales de los ciudadanos.
En este sentido, agregó que hay que seguir concienciando a la sociedad sobre los beneficios sociales y sanitarios del modelo español, sobre todo en estos momentos cuando determinados grupos políticos y económicos están cuestionando la viabilidad del Sistema Nacional de Salud.
En la presentación de la “Carta del derecho a la salud de la ciudadanía de la UE” ha participado también el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Sendín; Elvira Foteva, del Departamento de Gestión de Programas del Ministerio de Salud de Bulgaria; Jean Pierre Unger, profesor de Salud Pública del Instituto de Medicina Tropical de Amberes, Bélgica, y el presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares.
La Carta aboga por ofertar unas prestaciones sanitarias homogéneas a los ciudadanos de todos los países, destinar, con carácter obligatorio, un porcentaje del PIB equivalente para mantener las estructuras y el funcionamiento del sistema, y un aseguramiento único y de financiación pública.
El texto propone además impulsar y reforzar las funciones de la Salud Pública europea, con la delegación de competencias de las regiones y los estados miembros, que permita afrontar los nuevos retos de salud de los ciudadanos europeos del siglo XXI. También señala que la UE debe dotarse de los fondos y recursos necesarios para desarrollar estrategias de investigación dirigidas a problemas y necesidades de salud no rentables para el sector privado y apuesta por definir una estrategia para fabricación y suministro de vacunas y antivirales en el marco de la estructura comunitaria.
Asimismo, el documento impulsado por el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, (FADSP) defiende la puesta en marcha de una estrategia de formación del personal sanitario basado en un modelo común, homogéneo y planificado que garantice la igualdad en el acceso de los investigadores, que evite las desigualdades o la fuga de cerebros, y una política farmacéutica fundamentada en las necesidades de la salud de los ciudadanos.
Así, el responsable de la FADSP ha señalado que este documento para el que se pedirá el apoyo de los colectivos sociales, profesionales y políticos de la UE ha tenido ya una buena acogida internacional, en tanto que el máximo responsable de la Organización Médica Colegial, OMC, se ha comprometido a trasladar la propuesta al ámbito de los Colegios Profesionales de Médicos europeos.