Cuenca

Fortaleza, sacrificio y realidad: así es el Cartel de la Semana Santa 2025

(Foto: Sergio Valverde).
Redacción | Sábado 25 de enero de 2025
El Cartel de la Semana Santa de Cuenca 2025, creado por Luis Moya Romero, destaca la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador desde una perspectiva innovadora. La obra simboliza sacrificio y unión, combinando fotografía, tipografía y manos que representan la comunidad conquense y la tradición religiosa.

El sacrificio, la fortaleza y el desconsuelo de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador, capturados desde una innovadora perspectiva que centra la atención en su espalda mientras porta la Cruz, son el eje central del Cartel de la Semana Santa de Cuenca 2025, creado por el fotógrafo conquense Luis Moya Romero. Así explicó el autor su inspiradora obra.

“He elegido la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador porque es una imagen esplendida, que me llega al alma. Me trasmite sacrificio, desconsuelo y fuerza, y sobre todo mucha realidad. Parece que esté vivo. Es, para mí, la imagen más icónica y conocida en toda España de nuestra Semana Santa. Podía haber elegido cualquier otra, ya que tenemos una imaginería increíble, con tanta realidad y sentimiento que emociona. Pero tengo esa imagen grabada desde pequeño y nunca la he podido borrar de mi cabeza y sobre todo de mi corazón” aseguraba el Cartelista.

Su intervención, en la que explicó de forma pormenorizada el simbolismo de cada detalle del Cartel, tan sencillo y limpio como lleno de fuerza, fue una auténtica clase magistral de diseño y un análisis de la cartelería de Semana Santa en Cuenca y de la propia celebración. La composición del Cartel de Luis Moya se estructura en tres partes: la espalda de Nuestro Padre, la tipografía y las manos.

“La espalda del Jesús de las Seis es para mí la representación de la Pasión de Cristo, que simboliza el sufrimiento, un sentimiento que nos une a todos. Es una imagen que llevamos dentro, aunque a menudo no nos damos cuenta de ello. Esta imagen aparece con frecuencia en vídeos y en diversos medios, sobre todo cuando la vista es desde el ayuntamiento” explicó el Cartelista, quien aseguró recordar esta imagen desde su niñez y haberse sentido ya entonces impactado por ella: “Recuerdo con cariño un Viernes Santo, cuando regresábamos de nuestra querida procesión de Camino del Calvario, nuestras queridas turbas. Y mientras recuperábamos energías en casa, para disfrutar de las demás procesiones del día, siempre me vienen las imágenes del Jesús a la mente, especialmente al ver esa imagen en los informativos nacionales”. La mirada de Jesús “pidiendo auxilio y llamando a la unión de todos” completa esta primera parte de la composición, que dota al Cartel de gran fuerza y originalidad.

La segunda parte es la tipografía, inspirada en los Vítores de la Universidad de Salamanca y que hace un guiño a una institución tan ligada a Cuenca y su Semana Santa como es la Universidad de Castilla-La Mancha. En la tipografía también el color está cargado de simbolismo, pues el dorado se ha obtenido a partir de un tono de las flores de lis de la túnica del Jesús y evoca el color de los Reyes, según las Escrituras y la tradición católica.

Finalmente, la parte de las manos es quizá la más íntima y especial para el Cartelista, pues es a través de las manos de todas las generaciones de su familia como simboliza ese afán por auxiliar a Cristo, así como dos homenajes implícitos: a las personas que trabajan anónimamente por la Semana Santa de Cuenca – Moya citó muy especialmente los momentos de las puestas en andas, tan importantes para nuestras procesiones – y a la mujer y su papel fundamental en nuestra Pasión, simbolizado especialmente a partir de una de las manos, precisamente de una de las hermanas del Cartelista, que si bien no llega a tocar la talla, sí parece guiar a las demás en su camino hacia ella.

“Quise plasmar las manos en el cartel para simbolizar la unión de todos los cristianos y de todos los conquenses. La unión en el cristianismo es fundamental porque refleja el llamado a la comunidad y la fraternidad entre los creyentes. Se basa en la enseñanza de que todos los cristianos son parte del Cuerpo de Cristo, lo que implica que deben apoyarse y amarse mutuamente. Además, la unión promueve la paz, la comprensión y el testimonio conjunto del amor de Dios en el mundo. Y sobre todo fomentar la unión y la colaboración entre los ciudadanos de Cuenca. Fortalecer la identidad cultural y social de la ciudad, ya que el pueblo tiene la fuerza que da trabajar en conjunto para abordar los desafíos que enfrenta” explicó Luis en su intervención

El resultado es una imagen que, sin ser de estudio, guarda esa misma esencia sin dejar de evocar al Jesús en la calle. Además, el Cartelista ha elegido una imagen en color “porque las fotografías en color transmiten una verdad única y reflejan la realidad de manera más vívida. No hay mejor manera de representar el sufrimiento de Jesucristo en su camino hacia la crucifixión que a través de la paleta de colores que tenemos en Cuenca”.

El Cartelista, que nombró entre sus referentes a Pedro Romero Sequí, Javier Romero, Miguel Moset, José Antonio Perona, Enrique Martínez Gil o Luis Miguel Caballero, sentó las bases de lo que para él debe ser un Cartel de Semana Santa: “El cartel, debe anunciar. Es una pieza que debe combinar los valores estéticos de una gran composición —en este caso, una fotografía— con la capacidad de comunicar de inmediato aquello que representa. Aquí radica uno de los mayores desafíos: que una fotografía, con todo su realismo, sea capaz no solo de captar un instante, sino de transmitir una atmósfera, un simbolismo y un mensaje. Mientras que otras disciplinas como la pintura o el diseño permiten transformar la realidad a voluntad, la fotografía trabaja con lo tangible, con lo que existe, y es a través de la luz, el encuadre y el detalle que debe lograr trascender y convertirse en algo más que una imagen. Este cartel nace de esa dificultad y, al mismo tiempo, de esa riqueza que solo la fotografía puede aportar”.

Por eso “desde el instante en que me designaron cartelista, supe que mi elección de basarme en una fotografía, supondría un reto” porque “la fotografía exige no solo sensibilidad artística, sino también una precisión técnica que permita unir el mensaje emocional con una ejecución estética impecable. Este proceso, que comenzó con una mezcla de ilusión y responsabilidad, culmina hoy con la presentación de esta obra, que busca no solo anunciar nuestra Semana Santa, sino conectar con su esencia y, sobre todo, con el alma de los conquenses”. Y vaya si consiguió esa conexión, a juzgar por los calurosos y prolongados aplausos que arrancaron tanto su Cartel como su intervención.

“La idea que siempre he tenido era plasmar una imagen que pudiese llegar al corazón de los que lo observan y que anunciase la Semana Santa a través de la sencillez y la elegancia. Que nada más verla, fueses conquense o no, supieses que es Cuenca. Que la imagen invitase a sumergirte en la obra, para que a través de ello absorbieses y utilizases la Pasión conquense para disfrutarla y enriquecerte” expresó. En su intervención tuvieron mucho peso el valor de la tradición y de la familia, la importancia de la unidad y de transmitir los valores nazarenos que nos son propios, y el desafío que ha supuesto plasmar esa filosofía en la imagen que es ya el Cartel de nuestra Pasión. “Quiero que os identifiquéis con mi Cartel. Es para Cuenca y para su gente”, concluyó.

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