Entre los incidentes destacados, el Consistorio informó que la bola de Navidad instalada en el parque de San Julián fue arrancada de su emplazamiento, un acto que ha generado indignación entre los vecinos. Además, muebles y otros enseres fueron arrojados en las inmediaciones de las obras del puente de la Trinidad, un espacio que ya enfrenta dificultades debido a las labores de la obra.
El Ayuntamiento ha calificado estas acciones como “una vergonzosa lacra” y “una falta de respeto sin sentido” hacia los derechos de todos los conquenses. En su comunicado, el Consistorio aseguró que tomará medidas oportunas para mitigar los efectos de estos actos vandálicos y para prevenir que se repitan en el futuro. Por último, desde el Ayuntamiento se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y al respeto hacia los espacios públicos, recordando que estos incidentes no solo afectan a la estética y funcionalidad de la ciudad, sino también a los recursos públicos que deben destinarse a reparar los daños.