El emblemático espacio de El Almudí, uno de los edificios históricos más significativos de Cuenca, inicia una nueva etapa como sala de exposiciones dedicada al arte contemporáneo joven. Este ambicioso proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Cuenca, a través de la Concejalía de Cultura, tiene como objetivo convertir este espacio en un referente cultural para artistas emergentes y de media carrera que exploran las propuestas más actuales del arte contemporáneo.
"El Almudí no solo servirá como escaparate del talento artístico, sino que aspira a ser un centro de encuentro donde la comunidad pueda interactuar con las ideas y preocupaciones que marcan el arte contemporáneo", destaca Maria Ángeles Martínez Hernández, Concejala de Cultura de la ciudad de Cuenca
La asociación cultural Kanoko, reconocida por su capacidad de crear proyectos innovadores, ha desarrollado una programación expositiva que enriquece y complementa la amplia oferta cultural de Cuenca. Con esta iniciativa, Kanoko busca dar visibilidad a artistas que, habiendo vivido su etapa formativa en la ciudad y establecido un vínculo especial con ella, regresan ahora como creadores consolidados en el panorama artístico nacional.
El Almudí: de granero a centro de creación contemporánea
Antiguamente dedicado al almacenamiento de grano como símbolo de subsistencia colectiva, El Almudí se resignifica ahora como un espacio para la reflexión y producción artística. Esta nueva etapa lo posiciona dentro del vibrante panorama cultural de Cuenca, que cuenta con instituciones de prestigio como el Museo de Arte Abstracto Español, la Fundación Antonio Pérez, el Espacio Torner, la Casa Zavala, la Fundación Roberto Polo, el Museo de Cuenca, la Sala Princesa Zaida, la Sala Iberia, la Sala ACUA, el Centro Cultural Aguirre, el Centro Cultural Pedro Mercedes, la Fundación García y Chico, y los espacios independientes Le Gran Garage y Galería Casa Zobel.
En este contexto, El Almudí busca aportar un enfoque diferenciador al promover exposiciones de artistas jóvenes y de media carrera que exploran las propuestas más contemporáneas dentro del arte actual. "Queremos sumar valor al ecosistema cultural de Cuenca, dando voz a aquellos artistas que, tras haber forjado un vínculo especial con la ciudad durante su etapa formativa, regresan para enriquecer nuestro panorama artístico", señalan desde Kanoko . Además, la propuesta pone un fuerte énfasis en el fortalecimiento de los lazos entre el tejido cultural de Cuenca y los dos grandes centros formativos de la ciudad: la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Escuela de Arte Cruz Novillo.
La exposición inaugural Harina de otro costal reúne a cinco artistas formados en Cuenca cuyas trayectorias y prácticas configuran una cartografía del arte contemporáneo nacional: Alejandra Freymann, Coco Escribano, Elisa Terroba, Lluc Margrau y Clara Sánchez Sala. Cada uno de ellos aporta una visión única que dialoga tanto con el espacio como con las inquietudes contemporáneas:
La reapertura de El Almudí como sala de exposiciones refuerza el compromiso del Ayuntamiento de Cuenca con el impulso a los jóvenes creadores y el desarrollo cultural de la ciudad. Desde Kanoko, destacan que Harina de otro costal es solo el punto de partida de una programación que buscará consolidar este espacio como un lugar vivo, dinámico y abierto al diálogo entre artistas y público.
Esta exposición forma parte de un programa cultural y de exposiciones, proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Cuenca, realizado gracias a la colaboración del Consorcio de la Ciudad de Cuenca y gestionado por la asociación cultural Kanoko.